Las mañanas en los
Juzgados de Écija son un ir y venir de gente, papeles,
y...problemas. En el mostrador de atención al público, Conchi, la
gestora, habla por teléfono con Mariló, la procuradora:
-va a haber
problemas...; no, no se ha notificado..., sólo por edictos.
Se dirige, tras colgar el
teléfono, a Inma, la agente judicial:
-mañana tenemos un
desahucio complicado, Inma...
-¿en qué sentido...?
-Hay gente adentro...
-¡vaya...! y vaya mes
que llevamos..., las ejecuciones hipotecarias y los lanzamientos por
falta de pago de rentas están a la orden del día, y éste que me
dices no está en una zona mala...
Continúa el ir y venir
de gente, papeles, ordenadores e impresoras trabajando...; de vez en
cuando, algún chiste, algún comentario se alza entre los compañeros
para hacer más llevadera la jornada...
A la mañana siguiente,
el saludo de los guardias civiles:
-¡hola, Inma...!¿cómo
se presenta el día...?
-¡uf...! así, así...,
a ver si no tenemos que echar mano de los locales para desahuciar a
una familia, creo que está todo montado en el piso y ellos
adentro..., con esta costumbre del Juez Felipe de notificar por
edictos..., así vuelan los pleitos, pero los marrones nos los
comemos nosotros...¡hola, compañeros!-saluda a algunos que andan
por la oficina-, voy a tomar un café, a ver si me inspira...
A las 9,15 de la mañana
está, en la puerta de los Juzgados, el taxi; Conchi va saliendo con
la orden de desahucio en la mano e Inma lleva la carpeta con los
asuntos del día. Se miran y suspiran, como para darse fuerzas:
-a ver con qué nos
encontramos...
Se montan en el taxi y el
taxista pregunta:
-¿hay que esperar a la
procuradora?
Conchi contesta:
-no, hemos quedado en la
casa:Avenida de las Cruces 17, 4º A...
Allá se dirigen, con el
presentimiento e que va a suceder algo no muy agradable...
Inma rompe el silencio:
-deberíamos estar
acostumbrados ya...¡son tantos a la semana, al mes, al año...!
-Pero hay que ver este
Juez, la forma de hacer las cosas. A saber qué nos vamos a encontrar
y a qué hora terminaremos hoy...
-¿has oficiado a la
policía...?
-No, he pensado , si
están adentro los inquilinos y con la casa montada, proponerle a la
parte actora un aplazamiento del lanzamiento y así damos tiempo
para...
Se miran, un poco
desilusionadas.
-Mira que me gusta la
dimensión social de la justicia-dice Inma-, pero, en días como hoy,
odio mi trabajo...
Se detiene finalmente el
taxi frente a una urbanización. Es un laberinto de pisos, enumerados
del 1 al 17, y hay que hacer zig-zag para dar con un bloque
concreto...
-Espérate aquí-dice
Inma a Conchi-, voy a ver si veo a la procuradora y la parte
actora...
Se adentra entre los
bloques 11 al 14. Vuelve a salir y vuelve a entrar hacia una zona de
bloques interiores. Pregunta a una señora:
-por favor, ¿el bloque
14?
-Ahí detrá, mi arma...
-¡Ah!, vale, gracias,
señora, ésto es un laberinto...
Se dirige adonde le han
indicado y por fin llega a ver, en un espacio entre cuatro bloques
interiores, un maletín de cerrajero. Se acerca y ve, en un banco
sentados, a Mariló, la procuradora, un matrimonio que suponía debía
ser la parte actora o propietarios del piso, un chico joven, y el
cerrajero.
-¡Ah, Mariló, aquí
estáis...!voy a avisar a Concha, ésto es un laberinto...
Ya todos en la puerta
del domicilio, llaman al piso y, como no tiene luz, no suena el
timbre; intentan en otro piso.
-¿Quíén es...?,
contesta una voz.
-Por favor-dice
Inma-venimos del Juzgado. ¿Puede abrirnos? Vamos al 4º A...
Les abren la puerta y
entran todos en el portal. Mariló dice:
-creo que no va a haber
nadie.
Y Concha:
-Dios te oiga...
Es un bloque sin
ascensor y se va oyendo la respiración cansina de cada uno al subir.
Al llegar al 4º A, llaman a la puerta repetidas veces:nadie
contesta.
-Buena señal-dice Inma
y mira a Concha: creo que el cerrajero puede empezar...
A la orden de “ya”
comienza el hombre a meter el trombo en la cerradura cuando, de
repente...¡se abre la puerta...!
Se para en seco y todos
miran con asombro a un hombre, edad media, sin camisa, con pantalón
vaquero, descalzo, pelo revuelto y los ojos hinchados de dormir:
-Pero...¿qué
demonios...?-comienza a decir-.
Después de mirar al
hombre se miran todos, como para darse fuerzas, y toma la palabra
Conchi:
-Mire, venimos del
Juzgado y tenemos una orden de desahucio que había sido señalado
para hoy, 3 de Mayo...
-¿Cómo...?-dice el
hombre-; aquí nadie ha notificado nada...
-Se ha intentado-dice
Mariló-pero, como se negaban a recoger la notificación, el juez ha
acordado notificar el desahucio por edictos...
-Pero...¡yo no puedo
sacar las cosas de una familia con tres niños en una
mañana...!¡dénme un día...!
Inma, Concha y la
procuradora se miran y asienten en un rápido intercambio de miradas,
consenso que es roto terminantemente por la parte actora:
-¡ni hablar...!¡un año
llevo esperando que se me pague la renta...!¡tiene que irse
A-H-O-R-A...!para eso ha venido mi hijo de Málaga...!-y señala al
joven allí presente, callado y con cara de circunstancias.
Entonces la procuradora
se dirige a Inma y Concha:
-¡mis representados
exigen que se haga ahora...!
Y Concha se dirige al
hombre:
-Mire, el desahucio
llevaba señalado tiempo y la parte actora no puede esperar más,
pero, como un favor, vamos a concederle de plazo hasta las 13
horas..., entonces volveremos y cambiaremos la cerradura.
El hombre asiente, entre
la sorpresa y el enfado.
A las 13 horas se
encuentran todos de nuevo en la plazoleta del bloque,y en la puerta
del mismo está el mismo hombre subiendo y bajando bultos en grandes
bolsas y cajas;le acompaña una chica joven que no para de llorar y
otra que mira, despeinada y acalorada por el esfuerzo, a los del
Juzgado y se encara con ellos:
-Yo lo que digo es que
si se puede echá de una casa asín, de un día pa´lotro, a una
familia con ná'menoh que treh niño...a mí que me lo ehpliquen...
Y la parte actora, entre
dientes, dice:
-¿de un día para el
otro...?¡y un año entero sin cobrar la renta...!
Y el hombre del
desahucio dice, dirigiéndose a la chica que se encaró con el
Juzgado:
-déjalos, Ana, que la
vida es muy larga, y les pasan cosas malas a la gente...
Concha e Inma mandan
callar a todo el mundo. Concha dice:
-No podemos esperar más.
Saquen los bultos al portal, subimos a ver el piso y el cerrajero
haga su trabajo.
Suben todos en medio del
mismo ir y venir de bultos y cajas.
La chica joven va por
las estancias sollozando. Concha e Inma se miran, consternadas.
Inma le dice:
-ya está, mujer, es
mejor acabar con ésto..., ya no podíais seguir así...; y ahora,
¿adónde váis a ir...?
Y la chica responde:
-A casa de mi madre.
-Pues, ¡venga, mujer,
que en esta vida todo tiene remedio menos la enfermedad y la
muerte...!
Vuelve a asomarse la
mujer acalorada, a la que el hombre llamaba Ana:
-pero, señora, que eh
mu güerte, que treh niño a la calle...que somoh mu egoista...
Entra el hombre y saca a
las dos, la chica joven y Ana:
-¡venga, vámonos!
Y a l Juzgado con
retintín:
-¡y gracias por
todo...!
Durante el tiempo que,
ya solos, permanecen en el piso, Concha redacta el acta. Le pregunta
Inma al joven que acompañaba a la parte actora:
-tú...¡venías de
Málaga...?
-Así es, vivo allí,
monté una empresa que he tenido que cerrar por la crisis, y me he
venido, y claro, necesitaba este piso, que nos estaba costando el
dinero...
-Vamos a echarle un
vistazo, por si quieres reseñar algo...
-Lo que no me explico es
cómo han aguantado tanto aquí-dice la señora, parte actora-;
llevaban tres meses sin agua..., se la cortaron por no pagar...
-¿Con tres niños, sin
agua...?-casi grita Inma-, pero, ¿cómo...?
Entran a las
habitaciones, donde quedan algunos despojos de: ropas, libros y
calzado abandonado, y, al entrar en el cuarto de baño...
-¡Agh...!-Inma sale
dando arcadas...-¡no es posible...!
Entran Concha y la
procuradora, seguidos por el joven y el matrimonio parte actora y no
pueden dar crédito a lo que ven:en la bañera, un montón de platos
y enseres de cocina, con una costra pegada de residuos de comida; y
el lavabo, lleno de una maraña de pelos...
Ya en la puerta, cuando
bajan los del Juzgado, el joven y la parte actora, el hombre se
dirige a ellos:
-a ver,¿pueden
responderme a una pregunta...?coger las cartas ajenas y sacarlas del
buzón,¿es robo...?Se miran todos e Inma responde:
-Toda acusación hay que
probarla, hombre..., y mira si te merece la pena, llegados a este
punto...
-Pues, nos volveremos a
ver...
La frase: "allá se dirigen, con el presentimiento e que va a suceder algo no muy agradable...", delata al narrador. Se ve que no es un narrador deficiente.
ResponderEliminarIgual pasa en: "un matrimonio que suponía debía ser la parte actora".
La expresión: "-Pero...¿qué demonios...?" ¿la dice alguien de verdad en la vida normal?
Cuando dice: "A-H-O-R-A" ¿no querrá decir: "A-HO-RA"?
Este relato, que seguro que tenía interés veraz, se ve que ha sido escrito apresuradamente. Y es una lástima. Por ejemplo: lo que ven en el cuarto de baño que hace que grite la funcionaria no está explicado con el detalle que hubiera creado en el lector la misma sensación que le dio a ella.
Además, mayúsculas, guiones, signos de puntuación. Amamos esto y queremos hacerlo bien. O no lo hacemos.