Alguno de vosotros (no muy ducho, por lo que se ve) entró en nuestro blog por blogger y lo ha asociado a su cuenta que es marcantmafe@gmail.com

Ahora mismo hay que meter como nombre de la cuenta ese correo y como clave la misma que os di en clase.

miércoles, 9 de mayo de 2012

- Relato 3 de María Atanes

El otro destinatario.
Ana mira fijamente la pantalla del móvil, no puede creer el grave error que acaba de cometer. Uno más en la larga lista de despropósitos que conforman su vida. Por unos segundos piensa, que si mira intensamente las palabras escritas, estas se borrarán.
La equivocación es peor aún que cuando, recién terminada la facultad, intentó sobornar a Sor Ángela de la Cruz para que intercediera ante el tribunal divino y le aprobaran las oposiciones de la enseñanza sin estudiar; era el año 92, el de la celebración de la Expo.


Siente los labios resecos, necesita su barra de labios, pero no hay tiempo para buscarla. Pulsa la palabra chat, debe pedir ayuda y toca el icono Elena, su amiga, la verdadera destinataria del mensaje culpable de su angustia.
-Qué metedura de pata- escribe. -Le he mandado un mensaje a Daniel creyendo que te lo enviaba a ti. Me reía de él, ya sabes , nuestro mote...
Jajaja. Es la respuesta que recibe de su amiga y recuerda que hace dos semanas equivocó el regalo del hijo de Elena en su Primera Comunión. En vez del reloj comprado en una tienda de marca de la calle Sierpes, le entregó unas esposas de peluche rosa, cada objeto estaba guardado en una caja rectangular en idénticas bolsas de Shwakoski.
Por el WhatsApp le entra un mensaje. -Tía que es lo que te pasa. Tú siempre dando caña.- La confirmación de que Daniel lo ha leído.


Nota un calor interior seguido de escalofríos, la necesita, se avalanza sobre el neceser, saca la barra y se pinta los labios. Reconoce esa sensación de caída, la ha sentido en otras ocasiones. Al volver del convento de Sor Ángela encuentra en el interior del bolso el billete de cinco mil pesetas. <<¿Qué limosna ha dado?>>. Lo único que echa en falta es una entrada para montar gratuitamente en el catamarán de la Expo. Los dos estaban guardados en el mismo bolsillo del bolso. Ana ha creído coger el billete y lo ha entregado con el puño cerrado sobre la palma de la mano de la monja. De forma rápida y discreta, como si se tratara de un soborno real. Eso sí con los labios muy rojos como única señal de identidad.


Se imagina a Daniel sentado en su sofá nuevo, en pijama, calcetines y zapatillas, con los pies en alto apoyados sobre un cojín en lo alto de la mesa. Está viendo la carrera de motos de Jerez, le sobresalta el sonido de entrada de un mensaje en el móvil. Se ha puesto las gafas de cerca, al principio le habrá alegrado ver que es de Ana. Seguramente le avisa de que van a quedar para tomar unas cervezas...pero no, es un mensaje donde se rié de él. Lo ha tenido que leer dos veces para poder digerirlo.
Ana que presiente el desconcierto de Daniel apenas atina a escribir la palabra "perdóname," mientras Elena la apremia para que lo llame y lo aclare la situación.
Ha marcado el número de teléfono, teme que no lo coja, pero a la segunda llamada escucha su voz.
-Que vergüenza.- Se disculpa. Daniel ríe, parece no estar muy enfadado. - ¿Estás borracha?- pregunta. -Claro que no, es un error, el mensaje era para Elena. Ya nos conoces siempre estamos bromeando. Me vas a poner en la lista negra.
Daniel la interrumpe. -Te pondré una penitencia para que puedas obtener mi perdón. La llamada es breve no hay mucho más que decir.


Ana vuelve a retocarse los labios. Hace dos años que lo conoce. Él, psicólogo del ayuntamiento, fue a dar una charla a sus alumnos para prevenirlos del perjuicio de fumar. 
-¿Quieres que me quede?- Le preguntó ella por cortesía. -Sí, le contesto él. Me gusta que los profesores escuchen mi charla.- Y allí se quedó, sentada al lado de un alumno al que le olían los pies, intentando prestar atención, ella que nunca ha fumado. Cuando sonó el timbre, él la retuvo unos minutos más para que realizara un cuestionario de evaluación de la actividad; estuvo a punto de no rellenar el apartado número de teléfono. Iba a llegar tarde a la próxima clase y no le daría tiempo a entrar en el servicio y volverse a pintar los labios. A los pocos días Daniel le puso un mensaje para tomar unas cervezas y Ana aceptó. Nunca imaginó que se iba a encaprichar tanto de aquel  hombre 7 años mayor que ella, porque a Ana le gustan más jóvenes, bueno, siendo sincera a Ana le gustan los hombres que le echan cuenta. Aunque Daniel desde un primer momento se lo dejó claro, nada de ataduras.


<<No tengo que dar tanta importancia al error porque ¿quién no se equivocado alguna vez al mandar un mensaje?>> Se consuela Ana. La culpa es de ese móvil tan complejo que se empeñó en comprar. Suspira, recuerda que hasta hace pocos años los teléfonos solo servían para hacer llamadas.
El móvil y Daniel poseen algo en común, tienen vidas independientes a las que Ana no tiene acceso. En el caso del aparato electrónico es fácil, no se leyó el tutorial. En el caso de Daniel es más complicado, es egoísta.


Ana mira fijamente la pantalla, desea verla parpadear. Un escueto "te espero", será la señal de que él ha olvidado el error. Ana cogerá su coche, conducirá los quince minutos que la separan de la casa de él, los semáforos en rojo le parecerán eternos...mientras sube en el ascensor se mira al espejo y se repasa los labios con un rojo intenso, llama al timbre y él la recibe como siempre, con una sonrisa.



1 comentario:

  1. Jajaja debe salir con comillas.

    ¿Dónde está la calle Sierpes?

    El mensaje del WhatsApp: -Tía que es lo que te pasa. Tú siempre dando caña.-, debe ir entre comillas y sin guiones.

    No se entiende bien el tiempo en el que se realiza la acción. Se habla del 92 en pasado y se paga después en pesetas.

    Cuando se habla de una conversación del pasado como: "-¿Quieres que me quede?- Le preguntó ella por cortesía. -Sí, le contesto él. Me gusta que los profesores escuchen mi charla.- Y allí se quedó...", debe ir entre comillas.

    El intento del final de usar el futuro ha sido muy breve y ni se ha notado ni ha afectado.
    Pero gracias por intentarlo.

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