En las 3000 Viviendas.
El cuerpo Nacional de policía se situó en frente de la casa y la rodeó para evitar que nadie pudiese escapar del lugar. Situaron barricadas alrededor y colocaron a varios agentes en cada una.
-Muchachos- El sargento González se dirigió a un grupo de agentes- En esta casa se refugia un clan del narcotráfico. Nuestras órdenes son sencillas, entrar y arrestar a los traficantes e incautar el alijo, ¿alguna pregunta?
-¡Señor, no señor!- respondieron los agentes.
-Muy bien- De entre la tropa señaló a uno de los agentes- ¡Ramírez!, usted ira al frente del grupo. Espere una resistencia armada, pero no use la fuerza letal a no ser que sea estrictamente necesario. Y lo mismo se aplica al resto del pelotón. Necesitamos a la mayoría de los traficantes con vida.
-¡Señor, si señor!- Contestó Ramírez. Dio la vuelta y se dirigió al grupo- Bien muchachos, ya tenéis vuestras órdenes. Os quiero armados y preparados frente a la puerta. Dicho esto, ¡rompan filas!
Ramírez fue a por el equipo de la misión. Se armó con su pistola Stars 28 PK, un chaleco antibalas y varias granadas de humo. Así misto, también se armó con un fusil HK G36 y se colocó una máscara de gas. Después se dirigió a la puerta donde lo esperaba el resto del pelotón con un equipo similar.
Ramírez se situó en un lado de la puerta y contó hasta tres. En ese momento quitó el seguro de una granada de humo y la tiró por un hueco de la puerta. El humo se expandió por la habitación, y el pelotón entró.
-¡Policía!, ¡Todos al suelo, ya!- Gritó Ramírez en cuanto tuvieron contacto visual con los traficantes. Cegados por el humo, muchos se rindieron. Uno intentó dispara a ciegas, pero un miembro del pelotón de Ramírez le pegó un culatazo con el rifle.
Una vez esposados, el pelotón continuó su avance. Llegaron a la sala de tratamiento de drogas. Entraron de golpe, apuntando a todos los que veían. Algunos sacaron pistolas y organizaron un tiroteo. Ramírez disparó su fusil, y acertó a uno en el hombro. Uno de los enemigos logró dar a un miembro del pelotón en una pierna, y lo dejó en el suelo. Momentos después, fue abatido por Ramírez.
Los miembros restantes del pelotón, aseguraron la primera planta y protegieron a su compañero herido, mientras que Ramírez subió a la segunda planta. Vio a los principales capos y les apuntó con la pistola. Uno de ellos sacó un AK 47 y disparó contra Ramírez, que retrocedió. Respondió a los disparos con la pistola, hiriendo al tipo del AK 47. Los otros dos intentaron huir, pero se toparon con el resto del pelotón y los detuvieron.
Fueron detenidas unas 19 personas por tráfico de drogas.
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