7º RELATO Ana Mª Alvarez SUBIDA AL EVEREST
Confieso que siempre le he tendido un cariño especial a Miguel, Es una persona especial desde el punto de vista humano profesional y deportivo. De ahí mis excusas si me excedo en la ilusión por contar su escalada al Everest
Hace 5 años se casó con Maria y tienen dos hijos preciosos. Viven en una zona residencial a las afueras de Madrid. La casa tiene dos plantas y está rodeada por lza parte anterior y laterales de un jardín, con todo tipo de flores, entre las que predominan los rosas. En la parte posterior hay una zona reservada para huerta, donde crecen: tomates, pimientos, lechugas, coles, coliflores, zarzamoras, perejil, sandías, melones, calabazas, calabacines y todo tipo hortalizas. También. Junto a la pared trepan parras, que dan unas uvas blancas y negras muy sabrosas y abundantes. Hay bastantes arboles frutales salpicados en el terreno y que están cargados de fruta.. Ahora es tiempo de peras y manzanas, ciruelas, melocotones etc. Las cerezas hace poco que se han recogido.
Hoy domingo Mª, la mujer de Miguel , se ha levantado temprano. No viene Manuela, la chica que la ayuda en las faenas domésticas. Tiene que poner orden la casa , hacer la comida y preparar la merienda . Esta tarde tienen invitados
Ayer sábado, por la tarde, regresó Miguel del viaje al Himalaya. Los niños tenían muchas ganas de verlo, y le hicieron un gran recibimiento. Quisieron sorprender a su padre y se disfrazaron de alpinistas. ¡ La llegada supuso un gran golgorio para todos!
Después de estar un rato con los niños, y estos se fueron a la cama , Miguel le empezó a contar a María las aventuras en el Everest. Se acostaron muy tarde, Maria no se cansaba de escucharle, pero había que ir dormir. Al día siguiente continuaría contando. Además proyectaría varios videos cuando ya estuvieran en casa los amigos y familiares i
Los primeros en llegar el domingo fueron los padres de Miguel. Poco después lo hicieron los amigos. Todos fueron muy puntuales
Miguel, tiene 38 años. Desde pequeño es un entusiasta de las montañas, Cuando habla de este tema, se le nota que pone toda su alma vida y corazón. Rebosa vitalidad y transmite ilusión a los que estamos junto a él.
Se sentaron en los bancos del porche Hubo que sacar sillas plegables. Por fin todos se acomodaron. Mónica y Ruben jugaban en el jardin. Miguel comenzó a contar su “odisea desde el principio.
- En primer lugar quiero deciros que las expediciones de los montañeros al Nepal tienen dificultades que no son solo, alpinísticas
- ¿Qué tipo de dificultades?. Preguntó Raul
- El primer obstáculo es el financiero . El gobierno de este país, cobra un impuesto de $100 por persona, para autorizar la ascensión. Es un país con limitados recursos económicos, Vive del turismo de montaña en sus diversas modalidades; y éste se ha convertido en la principal fuente de ingresos.
- ¿Cómo conseguisteis ayuda ?
- Llamamos a la puerta de diferentes entidades para solicitar subvenciones. Pero quien más nos ayudo, fue la Junta de Andalucía
Miguel continuó contando:
- Una vez confirmada la financiación , tuvimos que tomar decisiones de estrategia: elegir la primavera del otoño para intentar la ascensión. Todo tenía sus ventajas e inconvenientes. Pensamos que el otoño sería lo mejor
- Se necesita llevar mucho equipaje ¿Cómo lo transportasteis?
- El único modo de hacer llegar todo el equipo a la montaña es en avioneta, . Una vez allí son los porteadores los que lo llevan a hombros hasta el campamento base.
Son muchos los gastos que esto origina: sueldos de los porteadores, cocineros, etc
-¿Erais muchos en el grupo?
- En total nueve, incluidos los nativos que nos acompañaban
-¿De que edades?
- Había una combinación de veteranía y juventud. Los mayores de 40-50 años reunían experiencia de escaladas a otras grandes cumbres de los cuatro continentes. Los más jóvenes nos habíamos preocupado mucho de la preparación física
-¿Qué preparación hicisteis los meses antes de la subida?. Pregunto Mª Luz
- No todos hicimos la misma preparación. Unos optaron por el gimnasio y métodos estandarizados y otros prefirieron ir al monte, para entrenarse .
Siguió Miguel:
- Por fin llegó el día esperado de ponernos en marcha . Muchos fuisteis a despedirnos a Barajas. Algún crío que pasaba por allí, ante tanto revuelo ,nos pidió un autógrafo. Nos sentimos un poco raros
El avión nos llevó a Viena . Allí el aeropuerto estaba completamente vacío y nos instalamos a nuestras anchas. La cena fue a base de chorizo y tortilla de patatas. Tras una incómoda noche en el aeropuerto, fuimos al centro de la ciudad, para pasar del día. Paseamos viendo las nobles construcciones de Viena, pero la noche había sido muy incómoda y nos cansamos pronto. Acabamos tumbados en la hierba de un parque. La excelente temperatura animó a Nacho ya, mi a atravesar el río a nado. Fue una bonita experiencia. Después nos dirigimos al aeropuerto para coger el avión.
El amanecer, el sol , iluminó un hermosísimo desierto rosado en algún lugar cerca de Irán y Afganistán. Sin embargo poco después las nubes nos envolvieron y no pudimos contemplar la tan anhelada vista de la cadena de los Himalaya, refulgiendo bajo el sol
A nuestra llegada a Nepal nos recibió el monzón. El día era gris plomizo, y al poco tiempo de salir del avión, comenzó a llover a cántaros. Era lo previsto, porque la estación de lluvias se suele prolongar hasta la primera semana de septiembre. Después de dos días de viaje legamos cansados, y para obtener el visado por 60 días, tuvimos que hacer una larga cola. El primer contacto con la burocracia nepalesa, nos recordó el contraste de los países occidentales con los que están en vías de desarrollo.
Nos recibieron con guirnaldas de flores amarillas y rojas que colgaron en nuestros cuellos para desearnos éxito en la expedición.
Nepal y es un país pequeño y entre dos gigantes: India y China, con un crisol de etnias, lenguas y religiones.
Al llegar al hotel en Katmandú, nos dio la bienvenida, Isabel, corresponsal de varias agencias de información alpina y notario de todo cuanto acontece en la cumbre del Everest. Es la mayor experta en la historia de las escaladas a esta montaña -Más de un montañero ha alcanzado la cima con éxito gracias a ella –. Tras un amable saludo, nos preguntó:
<< ¿Cuál es vuestra hoja de ruta?
-<< Nos agradaría saber su opinión puesto que tiene mucho mas experiencia que nosotros, Nosotros lo que deseamos es subir cuanto antes al Everest>>
<<- Me temo que eso no va a ser posible a causa del Monzón>>
<< ¿Cuándo cree que podremos subir>>?
<< –Me imagino que ahora estáis muy cansados, creo que es preferible que nos reunamos esta tarde y hablar detenidamente de todo el plan. Nos reuniremos hacia las siete y cenaremos juntos >>
<< – Otra pregunta. Si tenemos que quedar algunos días en esta ciudad antes de emprender la escalada ¿Qué podemos hacer?>>
<<.- No os preocupeis . Todo está previsto. Por la tarde nos vemos>>
<<- ¿Cómo quedamos? ¿Tomamos un taxi? ¿En que sitio quedamos?>>
<<- No, dijo ella . Vendré yo a recogeros. El lugar será una sorpresa.>>
<< – De acuerdo dijo Jose Mª.>>
Tras unas bien merecidas horas de sueño, llegó al hotel Isabel con uno de los serpas (nativos): Kadú, que iba a formar parte de la expedición, y estuvieron charlando un rato. En el hall del hotel
.****
Mientras Miguel contaba el viaje, vino de pronto Rubén corriendo y jadeante hacia su padre, y se abrazó a él. Lloraba amargamente
-¿Qué te pasa , le preguntó el padre? No te das cuenta que estamos en una reunión importante? ¿Por qué nos interrumpes?
-Mónica me ha pegado.
- ¿Por qué te ha pegado?.
- Estábamos sentados en el columpio y …
- ¿y que pasó?.
- Que sin querer la empujé y se cayo al suelo. Ella se enfadó mucho y me pegó.
- Se cayo por tu culpa.
- Si pero yo no lo hice a propósito. Sin embargo ella cogió un palo y me dio con fuerza en un brazo. Me ha hecho una herida. (Se la enseñó a su padre)
- Bueno, eso no es nada. Vete, haz las paces con ella .y continua jugando en el jardín Os tengo preparado un regalo para esta noche….
La cara del niño, cambió por completo
-Un regalo… ¿Qué es Papá?
- Ya lo verás Ahora ir a jugar. Solo os lo daré si os portais bien .
*******
Tras el pequeño incidente, Miguel continúo narrando el viaje
- ¿Por dónde íbamos preguntó?...
- En el Hotel de Katmandú . Respondió uno de los amigos.
Prosigo, dijo Miguel
Antes de despedirnos de nuevo le preguntamos
<<- En tu experiencia, dinos por favor aproximadamente Cuándo podremos iniciar la escalada >>
<<- Es preciso esperar unos días, hasta que pasen las lluvias, No vale la pena intentar la subida antes, porque sería muy peligroso . Mientras tanto os sugiero que hagais turismo. Este país no se parece en nada a los de Occidente. Será una experiencia muy interesante para vosotros
<<- Entonces hasta la tarde., respondieron, aunque algo contrariados >>
Isabel había preparado un encuentro, con Kadú, un nativo que conocía a la perfección los senderos del Everest. Cuando nos sentamos con él en el hall del Hotel, casi le acribillamos a preguntas sobre la escalada. Todos queríamos hablar a la vez. El, que era un hombre paciente y tranquilo, fue dando respuesta uno a uno, a cada uno de nuestros interrogantes, con la ayuda de Isabel, que era quien traducía
Cuando acabó este primer interrogatorio, Isabel nos descubrió su sorpresa: Kadú, nos invitaba a cenar al su casa. para que pudiéramos ambientarnos mejor, y conocer “ bien en su salsa”, todo lo relativo a la cultura y tradiciones del país. Fue una idea estupenda…
Nos dirigimos hacia su casa A la entrada nos esperaba de pié, Kadu. Dentro estaban su señora y tres de sus cinco hijos. Ella se había esmerado en la preparación de la cena .
Nos sentamos todos en el suelo y empezaron de nuevo las preguntas
<<- Kadú: ¿ Cual es la comida la típica de Nepal?, - preguntó Nacho
El le contestó:
<<- Preferimos las hechas a base de arroz, lentejas y carne estofada. Son muy típicos los " momos " que se hacen al vapor con carne y verduras. Precisamente esa es la comida que os ha preparado mi mujer>>
Tras una ligera espera, pudieron comprobar que la comida era realmente suculenta
<<- ¿Y la bebida?>>
<<- Depende. Muchas veces tomamos cerveza de marca española>>
<<- ¿De verdad?.>>
<< -Cierto. Aunque os parezca imposible. Vosotros mismos lo comprobareis>>
<<- Como vamos a permanecer en la ciudad varios dias, hemos pensado que nos agradaría visitar un templo budista. ¿Es posible? Añadió Alvaro
<<- Si ,sin problema, contestó Kadú. Además los budistas, a diferencia de los hinduistas, son más permisivos en cuanto al régimen de visitas de los que no profesan su credo. Si queréis podemos programar la visita para pasado mañana.
<<- De acuerdo dijeron todos “
Se quedaron hasta muy tarde charlando y cambiando impresiones , mientras bebían abundante cerveza… de nombre español.
Al día siguiente, lo primero que hicieron, fue comprar todo lo necesario para la expedición: tornillos, clavos, cuerdas, termos, teteras etc. Emplearon los consabidos regateos , y la verdad es que les fue muy bien
Al día siguiente fueron a uno de los templos budistas, En el interior del monasterio, los monjes, vestidos con su clásica túnica de color azafrán oscuro, rezaban silenciosos, mientras que los turistas se mezclaban con los fieles. No obstante se respiraba paz. Miguel en aquel momento dijo para sí. Ante este espectáculo, Alvaro comentó en voz alta:
<<- Está claro que la felicidad humana no depende de la posesión de los bienes de la naturaleza… Es algo más profundo, lo que la proporciona>>
Miguél tambien contaba sus impresiones, con bastante apasionamento
- Cuando viajo por el tercer mundo a veces me parece que los occidentales somos unos intrusos, en una tierra donde los habitantes tienen menos pretensiones que nosotros y parecen más felices. Sus rostros son por lo general mucho mas apacibles y serenos, que el de las personas de los países ricos y con mas medios materiales. Incluso me llego a preguntar si nuestra presencia, con cámaras, relojes, y aparatos de alta tecnología, les transmitimos una imagen irreal , con sueños de felicidad inalcanzable...
A continuación contó una curiosa anécdota.
- Estando dentro del templo, y filmaba su interior con una cámara de vídeo, en cuya pantalla se veía de forma inmediata lo grabado. Se acercó uno de los monjes jóvenes, con cráneo rapado, y le miraba con extrañeza, Cuando le mostró las imágenes se sintió muy interesado con el extraño artilugio. con regocijo fue a comunicárselo a sus compañeros para que también lo vieran
El lunes siguiente, ultimo dia del mes de agosto, amaneció con sol y reservamos una avioneta para que nos llevara hasta el campamento base, Poco después la lluvia que apareció de nuevo y ocasionó un nuevo retraso. Kadú nos dijo:
<<- Hay un dicho que hay que tener en muy en cuenta en Nepal “las nubes tienen rocas por dentro”. Hay que tener mucho cuidado con ellas. Son peligrosas
Pudieron salir dos días después. Llegaron a Luckla a 2.800 m , que es un buen punto de partida para comenzar la aclimatación. El grueso de el equipaje, llegó unos días más tarde, a una ciudad a 3.600 m y por tanto más cerca de el objetivo deseado
En Luckla después de tomar un té con leche, se pusieron en marcha en dirección a la entrada del parque nacional de Sargamaha, donde habitan 3500 serphas
El sendero era muy pintoresco, A ambos lados crecían magnolios y rododendros, pero estaba casi intransitable a causa del barro. Pequeños pueblos salpicaban el camino. En ellos vimos niños sucios y felices mientras sus madres cocinaban en casas abiertas. Les dimos regalos: bolígrafos, globos, caramelos, y quedaron muy contentos
Durante el camino comprobamos como los tradicionales puentes colgantes de madera y bambú han sido sustituidas por construcciones del mismo estilo, de acero, menos pintorescas, pero más seguras
Miguel -seguía diciendo .
- Todo era verde y húmedo. La vegetación era espectacular. Yo me paraba a cada instante para hacer fotografías A medida que avanzábamos veíamos la silueta del Chomolungua, y a la vez, cómo el Everest, la cima del mundo, se ocultaba a medida que nos acercábamos al campamento base. Sin embargo, entre las nubes pudimos vislumbrar a pocos cientos de metros, la majestuosa “Cascada de Hielo”
Cuando llegamos Los serphas habían avanzado algo en su instalación, pero aún quedaba mucho por hacer y nos pusimos manos a la obra y codo a codo con ellos.. El lugar donde asentaba el campamento no era nada acogedor. Pasamos todo el día montando las tiendas de campaña Instalamos las placas solares, los equipos electrónicos y las radios que nos iban a permitir comunicarnos a lo largo de la ascensión. También almacenamos los víveres con los que nos íbamos alimentar durante dos meses Avanzada la noche. La primera cena del campamento base fue muy deseada.
En los días siguientes terminamos de instalar el campamento base Teníamos unas ganas enormes de comenzar la escalada pero nuestro amigo Kadú nos decía que teniamos que tener paciencia. Era preciso que descansáremos y que dejáramos que nuestro organismo se adaptara lentamente a la altitud en la que estábamos. Aceptamos a regañadientes.
Mientras tanto cada uno de nosotros pasaba el tiempo como mejor le parecía: - ayudando en la cocina, leyendo, jugando las cartas etc.
Uno de los días Kadú dijoç
<<- ^Pasado mañana domingo habrá una ceremonia para bendecir la expedición y asegurar la buena suerte durante la ascensión. >>
<<-¿ En que consiste la ceremonia Pregunto Nacho?>>
<<-En hacer ofrendas a la diosa de la montaña””- Contestó Kadu>>
<<- ¿Donde se hace?”” continúo preguntando Nacho>>
<<- En un altar de piedra erigido en honor de la diosa de la montaña>>
<< -¿En que consiste la ofrenda?>>
-<<-Ponen todo tipo de cosas: arroz, bizcochos, manzanas, whisky, a veces harina cebada. También se coloca el material de la escalada.>>
<<- ¿Quién la hace?>>
<<-- Uno de los monjes ,se sienta delante el altar y comienza a recitar sus oraciones en una especie de canto. Mientras tanto, uno de los nativos quema ramas de enebros, que al arder, producen un humo azul muy aromático. Los cocineros encargan de que el fuego ofrendado la diosa, este encendido en los días >>
<<--¡Que curioso, afirmo Joaquin!>>
<<- Bien, Esto no es todo , siguió Kadú. A continuación se despegan las banderas de oración , cada una de las cuales tiene su propia simbología: El azul representa al cielo. El blanco la nieve y las nubes. El rojo, el sol y el fuego. El verde, los bosques y el agua El amarillo la tierra.
Poco a poco nos fuimos habituando al extraño escenario, que acabamos considerando un poco como nuestro hogar Por fin llegó el domingo tan deseado Todos teníamos el ánimo risueña
Asistimos a la ceremonia, que se desarrolló tal y como nos dijo Kadú. Después tomamos una abundante y apetitosa ingesta y de postre, los dulces ofrendados a la diosa de la montaña,. Al final el lama, nos ungió la cabeza, y nos deseó mucho éxito en la expedición.
Por fín llegó el día tan deseado, después de tantos meses de preparativos para subir a montaña más alta del mundo. Nos levantamos de madrugada y tras el desayuno empezamos la ascensión por la cascada de hielo. En el trayecto vimos de cerca como obstaculizaban nuestro camino, pináculos blancos del tamaño de edificios, y grandes grietas cuyo fondo se perdía en la oscuridad. Éramos conscientes de que en ese trayecto habían tenido lugar muchos de los accidentes mortales, por caídas o por avalanchas repentinas. En aquel momento lo único que podíamos hacer, era rezar, confiar en la suerte, e intentar tener mucha serenidad . El primer tramo lo atravesamos a gatas en una postura muy poco digna, por consejo de los nativos. Luego nos fuimos soltando poco a poco y nos pusimos de pie Continuamos el ascenso ayudados de las cuerdas fijas.
Yo como de costumbre, - decía Miguel- , me quedaba un poco rezagado para hacer fotografías y disfrutar de la soledad en aquél ambiente tan impresionante. Una de las veces al mirar para atrás, descubrí un perrito de color blanco que nos había acompañado en el campamento base y que nos agradecía mucho los restos de comida que le dábamos. Era difícil de imaginar, cómo habría podido llegar hasta ese lugar, patinando por la nieve y hielo. Pero allí estaba. Le dí unos gritos enérgicos para que no siguiera con nosotros Conseguí convencerlo de que se diera la vuelta que no era nada fácil Cuando regresamos al campamento por la tarde , me alegré de encontrarle sano y salvo
Mientras ascendíamos , se produjo un ruido ensordecedor a pocos metros detrás de nosotros, Prefiero no pensar en lo que podía haber pasado.,si hubieramos estado allí , dos minutos antes. Bajamos algo asustados lo mas rápido que pudimos Una vez. en el campamento base , nos sentimos optimistas. Nuestra primera jornada de escalada nos había enfrentado a riesgos y cansancio . La cena se desarrolló entre bromas Nos acostamos rendidos pero satisfechos.
Llegados a este punto Una llamada de teléfono interrumpió la conversación. Era Jose el hermano de Miguel. No había podido ir a la reunión y queria enterarse si Miguel estaba totalmente recuperado. Aprovechando esta coyuntura Mª se levantó y dijo:.
- Voy al jardín para ver que hacen los niños… Llevan mucho rato sin dar la lata.
Quiero ver lo que hacen.
Regresó tranquila. Estaban jugando con camiones, y coches, que trataban de meter a través de las puertas de un castillo que habían fabricado.
Cuando regresó se reanudo la conversación, y Paola preguntó
- Miguel , explícame Hay algo que no puedo entiender.
¿Cómo es posible que os produzca tanta satisfacción el esfuerzo y el sacrificio y todos preparativos que teneis que realizar para ver una alta montaña nevada?
- Paola. Es lógica tu pregunta. El alpinismo es incomprensible para la mayoría de los mortales. ¿Para qué tanto de esfuerzo improductivo?. Sólo los que practicamos montañismo podemos entender la alegría que produce en el cuerpo y en el alma , lo que una alpinista francesa definió como "La conquista de lo inútil ".
Paola insistió de nuevo
- Otra cosa… ¿Por qué ascendeis y después descendeis en ese mismo dia ?¿No esmejor ascender de una sola vez aunque fuera muy despacio, montando campamentos cada vez más altos, pero sin retroceder? ¿No ahorraríais con esta estrategia , esfuerzos innecesarios?.
- Miguel respondió: No podemos hacer Es necesario dejar que el cuerpo se aclimate progresivamente a la altitud. Si se sube de forma progresiva, aunque sea lenta, a 6.000 km . de altura, puede uno morir en pocas horas. Sin embargo si se asciende, subiendo y bajando, como lo hacemos nosotros, durante un mes para conseguir la aclimatación, puede haber molestias físicas, pero la vida no corre peligro. podemos sentirnos en la montaña, tan cómodos como en nuestra propia casa
- El día siguiente,- continuó Miguel mietras empezó a poner los videos, -lo pasamos secando y ordenando el material y nos dedicamos a la gastronómía. Mezclamos en un bidón 23 litros de agua azucarada, con una melaza traída desde Londres y que tras tres ó cuatro días de fermentación, se convertiría en una aceptable cerveza. Por la noche planificamos la actuación de los próximos días.
Dos días mas tarde subimos al campamento 1 a dormir, para al día siguiente intentar abrirnos camino a través del Valle del Silencio y llegar al campamento 2, a más de 6.400 m de altura
Cerca de las 9 de la noche. Hubo otra interrupción Estaba oscuro. En el jardín apenas se veía nada. Los niños seguian jugando. Mª les dijo que entraran a la casa y les dio a elegir videos de dibujos animados para que se entretuvieran
- Los demás aprovechan para tomar un trago de cerveza y picar en el aperitivo que había preparado Maria . La tertulia estaba siendo tan interesante, que las bandejas estaban casi intactas
Miguel continúa
- Uno de los amigos que había estado en el pueblo recuperándose de una sinusitis, nos dijo que había llegada un helicópteros repleto de modelos suecas. No le creímos, pero a media mañana vimos llegar un curioso grupo, formado por dos chicas rubias más muertas que vivas, por el efecto del mal de altura, una maquilladora , con varios fotógrafos y varios porteadores. Venían a hacer un reportaje para una revista de moda italiana,. Fue curioso ver de cerca un estrafalario pase de modelos, con una ropa similar a las que debieron utilizar nuestros antepasados, durante la última glaciación
En los días sucesivos las esperanzas de hacer cumbre iban decreciendo Las lluvias continuaban El desánimo cundía entre todos. Procuramos rebajarnos la frustración a través de homenajes gastronómicos Uno de los del grupo cayó a un pequeño lago glacial que está junto al campamento. Salió empapado en agua helada hasta el pecho. Menos mal que se lotomó con buen humor.
Por fin, y en contra de lo previsto el Monzón se retiró y pudimos estrenar nuestros flamantes GPS , que nos aseguraban el regreso sin necesidad de los tradicionales banderines Esta es una de las novedades de la tecnología actual que permite evitar muchos accidentes en las montañas Es un muy buen sustituto de las tradicionales migas de pan de Pulgarcito
Algo cansados, pero en buena forma, pudimos llegar al campamento 3, a 7200 m , y desde él, y ascender hasta los 7.400 m Dimos la buena noticia al campo base. Era un lugar inhóspito y apenas había nieve. Entre rocas y con piedras de diferentes tamaños pudimos sujetar precariamente las tiendas de campaña. Volvimos no obstante al campamento 2 Nuestro nerviosismo y tensión eran crecientes.
Teníamos que elegir el momento oportuno Salir muy pronto nos obligaba a abrir brecha y montar cuerda fijada en el tramo más alto de la montaña. Si saliamos demasiado tarde podríamos perder los días de buena climatología y el Monzón se nos podía hechar encima. El
De pronto me dí cuenta que no me sentía las extremidades .Llegue como pude a la tienda de campaña y poco a poco me pareció que entraban en calor, y me sentí mejor . Procuré dormir, aunque el ruido del viento agitaba con violencia las tiendas Es además habitual que la tensión impida conciliar el sueño.
Al día siguiente no le dije nada a mis compañeros. Nos preguntamos si estábamos en el lugar adecuado y era el momento adecuado., y empezamos el ascenso. Cada hora me conectaba con los compañeros de abajo sin poderles dar una respuesta definitiva sobre nuestros planes acerca el éxito. Mi intento de subir a los 8.300 m persistía
No obstante , tras 2 horas de camino no me quedó más remedio que reconocer que no me encontraba en condiciones de contiuar.. Tenía la mano izquierda sin sensibilidad y cada inhalación me causaba un gran dolor en la garganta. Tras otra hora de esfuerzos y fatigoso descenso en que cada paso era un gran acto de fuera voluntad regresé al campamento. Quizá mañana esté mejor. Me metí en el saco de plumas y dormí profundamente os durante 3 horas.
Poco a poco caí en una situación de hipoxia, con síntomas de y hipotermia y pérdida de conciencia que desembocó en un edema cerebral del que por fortuna me recuperé pronto. En aquel mismo momento y a escasos metros, una alpinista austriaco se cayó por una de las vertientes tibetanas, mientras intentaba asegurar la cuerda fija.
Probablemente lo que me salvó fue la emisora de radio. Mis compañeros escuchaban angustiados mis frases llenas de incoherencia. Hablaba de discusiones, de botellas de oxígeno que no se gastaban , de montañas que no eran el Everest.
Mi último recuerdo antes de dormirme fue intentar quitarme la máscara de oxígeno que me resultaba muy molesto y fría. Pocas horas después, desperté encontrándome mucho mejor. Hablé por radio con mis compañeros se quedaron mucho más tranquilos al verme restablecido. Subieron por mi
A la mañana siguiente bajamos hasta el campo 2 y después al campamento base. Tras una larga noche con problemas respiratorios decidimos que lo mejorar era avisar al helicóptero. Después una ambulancia me llevó al hospital donde me atendieron muy bien
Ese mismo día hicieron cima dos de mis compañeros Habíamos culminado la conquista de la montaña más alta del mundo Me puse muy contento . Era casi como si yo mismo la hubiera hecho Hay mucho compañerismo. Unos nos ayudamos a los otros de forma incondicional… aunque cada uno tenga el deseo de ser el primero en hacer cima
En 24 horas mi ritmo cardiaco se normalizó y en pocos días me encontré completamente recuperado como si nada hubiera sucedido dispuesto a celebrar la cena de despedida con los expedicionarios nativos y sintiéndome afortunado tras lo ocurrido
Después de los ultimos meses , una parte de nosotros se quedaba en Nepal. Sabíamos que seguramente nunca más volveríamos a reunirnos todos juntos . Nuestras mentes miraban ya hacia España
En el aeropueto de Madrid fuimos recibidos por una gran multitud de familiares, amigos y admiradores venidos en varios autobuses de diversas ciudades. Sentimos desconcierto ante tanto entusiasmo y tantas felicitación.
Ahora la vida sigue y los caminos de los que hicimos la expedición se han separando No obstante nuestros recuerdos Tantos recuerdos vividas con tanta intensidad persistirán en nuestras mentes, en las fotografias que hicimos y en los videos. Así Entonces rememoraremos aquellos esfuerzos compartidos , que vivimos en cada nueva ascensión agradecidos a Dios y a las montañas por todo lo que nos dan
Cuando rememoro estos momentos en la distancia me doy cuenta de que tuve mucha suerte. Es algo que procuro recordar, cuando con cierta frustración pienso a veces, en la mala fortuna que tuve, cuando no me fue posible alcanzar la cima. La suerte que me faltó para lograrlo, es quizás la misma que me permite ahora poder contároslo a vosotros
Por la tarde del día siguiente, cuando los niños regresan del colegio, dan felices un paseo por la huerta. Cogen un buen puñado de zarzamoras . Miguel mañana volverá a su trabajo habitual
Ahora Miguel programa otra subida al Everest.
No hay comentarios:
Publicar un comentario