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miércoles, 13 de junio de 2012

7º RELATO

7º RELATO  Ana Mª Alvarez  SUBIDA AL EVEREST

Confieso que siempre  le he tendido un cariño especial  a  Miguel,  Es una  persona  especial desde el punto de vista humano profesional y deportivo. De ahí mis excusas  si me excedo en  la ilusión  por  contar su  escalada al Everest
Hace 5 años  se casó con Maria  y tienen dos hijos preciosos.  Viven en una zona residencial a las afueras de Madrid. La casa tiene dos plantas y está rodeada  por lza parte anterior  y laterales  de  un jardín, con  todo tipo de flores, entre  las que predominan los rosas. En la parte posterior hay una zona  reservada para huerta,  donde crecen: tomates, pimientos, lechugas, coles, coliflores, zarzamoras,  perejil, sandías, melones,  calabazas, calabacines y todo tipo  hortalizas. También.  Junto a  la pared  trepan parras, que dan  unas uvas blancas y negras muy sabrosas y abundantes.  Hay bastantes  arboles  frutales  salpicados en el terreno y que  están  cargados de fruta.. Ahora es tiempo de peras y manzanas, ciruelas, melocotones etc. Las cerezas  hace poco que se han recogido. 
            Hoy  domingo Mª, la mujer de Miguel , se ha levantado temprano. No  viene  Manuela,  la chica que la  ayuda  en las faenas domésticas. Tiene que poner orden la casa , hacer la comida y preparar la merienda . Esta tarde tienen invitados     
Ayer sábado, por la tarde, regresó Miguel del viaje al Himalaya.   Los niños tenían muchas ganas de  verlo,  y le hicieron un gran  recibimiento. Quisieron sorprender  a su  padre y se disfrazaron de alpinistas. ¡ La llegada  supuso  un gran golgorio  para todos!       
            Después de estar un rato con los niños, y  estos se fueron a la cama , Miguel le empezó a contar  a  María  las  aventuras en el  Everest.  Se acostaron muy tarde, Maria no se cansaba de escucharle, pero  había que ir  dormir.  Al día siguiente  continuaría contando. Además    proyectaría  varios videos  cuando ya estuvieran en casa los amigos y familiares i  
            Los primeros en llegar el domingo  fueron los padres de Miguel.  Poco después lo hicieron  los amigos. Todos fueron muy puntuales
            Miguel, tiene   38 años. Desde  pequeño es un entusiasta de  las montañas,  Cuando habla  de este tema,  se le nota que  pone  toda su alma vida y corazón. Rebosa  vitalidad  y transmite ilusión a los que  estamos  junto a él. 

Se sentaron   en  los bancos del porche  Hubo que sacar sillas plegables. Por fin todos se acomodaron. Mónica y Ruben jugaban  en el jardin.  Miguel comenzó a contar su “odisea desde el principio.
            - En primer lugar quiero deciros que las expediciones de los montañeros al Nepal  tienen  dificultades que no son solo, alpinísticas
            - ¿Qué tipo de dificultades?. Preguntó Raul
- El  primer obstáculo  es el financiero . El gobierno de  este país,  cobra un impuesto de   $100 por persona, para autorizar la ascensión. Es  un país con limitados recursos económicos, Vive  del turismo de montaña en sus diversas modalidades; y  éste se ha convertido en la principal fuente de ingresos.
- ¿Cómo  conseguisteis ayuda ?
- Llamamos  a la puerta de diferentes  entidades  para  solicitar subvenciones. Pero quien más nos ayudo,  fue  la Junta de Andalucía

Miguel continuó  contando:
- Una vez   confirmada la financiación , tuvimos   que tomar decisiones  de estrategia:   elegir   la primavera del otoño para intentar la ascensión.    Todo tenía sus ventajas e inconvenientes. Pensamos que el otoño sería lo mejor
- Se necesita llevar mucho  equipaje  ¿Cómo lo transportasteis?
- El único modo de hacer llegar todo el equipo  a la montaña es en avioneta, . Una vez allí  son los  porteadores los que lo llevan a  hombros   hasta el campamento base.
Son muchos los gastos que esto origina: sueldos de los porteadores, cocineros, etc
-¿Erais muchos  en el grupo?
- En total nueve, incluidos los nativos que nos acompañaban
-¿De que edades?
- Había  una combinación  de veteranía y juventud. Los mayores  de 40-50 años   reunían experiencia  de escaladas a otras grandes cumbres de los cuatro continentes. Los  más jóvenes    nos habíamos  preocupado mucho de la preparación física   
-¿Qué  preparación hicisteis  los meses antes de la  subida?.  Pregunto Mª   Luz
- No todos hicimos la misma preparación. Unos optaron por el gimnasio y métodos estandarizados y otros prefirieron   ir al monte, para entrenarse .

Siguió Miguel: 
- Por fin llegó el día esperado de ponernos en marcha . Muchos    fuisteis a despedirnos a  Barajas.   Algún crío que pasaba por allí,  ante tanto revuelo ,nos pidió  un autógrafo. Nos sentimos un poco raros
El avión nos llevó a  Viena . Allí el aeropuerto estaba completamente vacío y nos instalamos a nuestras anchas. La cena fue a base de chorizo y tortilla de patatas. Tras una incómoda noche en el aeropuerto,  fuimos al centro de la ciudad,  para pasar del día. Paseamos  viendo las nobles construcciones de Viena, pero  la noche había sido muy incómoda y nos cansamos  pronto. Acabamos tumbados en la hierba de un parque. La excelente temperatura animó a Nacho  ya, mi  a  atravesar el río a nado.  Fue una bonita experiencia. Después nos dirigimos al aeropuerto para coger el avión.  
El amanecer, el sol , iluminó un hermosísimo desierto rosado en algún lugar cerca de Irán y Afganistán.  Sin embargo poco después las nubes nos envolvieron y no pudimos contemplar  la tan anhelada vista  de  la cadena  de los Himalaya,   refulgiendo bajo el sol
A nuestra llegada a Nepal nos recibió el monzón.  El día era gris   plomizo,  y al poco tiempo de salir del avión,  comenzó a llover a cántaros. Era lo previsto, porque la estación de lluvias  se suele prolongar  hasta la primera semana de septiembre. Después de dos días de viaje  legamos  cansados,   y para obtener el visado por 60 días,  tuvimos que hacer una larga cola. El primer contacto con la   burocracia nepalesa, nos   recordó  el contraste de los países occidentales con los que están en vías de desarrollo.  
Nos recibieron con guirnaldas de flores amarillas y rojas que colgaron en nuestros cuellos para desearnos éxito en la expedición.   
Nepal y es un país pequeño y entre dos gigantes: India y China, con un crisol de etnias,  lenguas y religiones. 

Al llegar al hotel en Katmandú,  nos dio  la bienvenida, Isabel,   corresponsal   de varias agencias de información alpina y notario de todo cuanto   acontece en la cumbre del  Everest.  Es la mayor experta   en la historia de las escaladas a esta montaña -Más de un montañero ha alcanzado  la cima con éxito gracias a ella –. Tras  un  amable  saludo, nos preguntó:

<< ¿Cuál es vuestra hoja de ruta? 
-<<  Nos agradaría saber su opinión puesto que tiene mucho mas experiencia que nosotros,  Nosotros  lo que deseamos es subir cuanto antes al Everest>>
<<- Me temo que  eso no  va a ser posible a causa del Monzón>>
<< ¿Cuándo cree que podremos subir>>?
 << –Me imagino  que  ahora estáis  muy cansados, creo que es preferible  que nos reunamos esta tarde y hablar detenidamente de  todo  el plan.   Nos reuniremos  hacia  las siete y   cenaremos  juntos  >>
            << – Otra pregunta. Si tenemos que quedar algunos días en esta ciudad   antes de  emprender la escalada   ¿Qué podemos hacer?>>
            <<.- No os preocupeis . Todo está previsto. Por la tarde nos vemos>>
 <<- ¿Cómo  quedamos? ¿Tomamos  un taxi? ¿En que sitio  quedamos?>>
<<-  No,  dijo ella . Vendré  yo a recogeros. El  lugar   será una sorpresa.>>
<< – De acuerdo dijo Jose Mª.>>

Tras  unas bien merecidas horas de sueño,  llegó al hotel  Isabel  con  uno de los serpas (nativos): Kadú, que iba a formar  parte  de la expedición, y estuvieron charlando un rato. En el hall del hotel
.****
Mientras  Miguel  contaba el viaje,   vino  de pronto  Rubén  corriendo y jadeante hacia su padre, y se abrazó a él.  Lloraba amargamente   
-¿Qué te pasa , le preguntó el padre? No  te das cuenta que estamos en una reunión importante? ¿Por qué nos interrumpes?
-Mónica  me ha pegado.
- ¿Por qué te ha pegado?.  
-  Estábamos  sentados  en el columpio y …
- ¿y que pasó?.
- Que  sin querer la empujé y se cayo al suelo. Ella se enfadó mucho   y me pegó.
- Se cayo por tu culpa.
- Si pero yo no  lo hice a propósito. Sin embargo  ella cogió un palo y me dio con fuerza en un brazo. Me ha hecho una herida. (Se la  enseñó a su padre)
- Bueno, eso no es nada.  Vete, haz las paces con ella .y continua jugando en el jardín   Os tengo  preparado un regalo para esta noche….
La cara del niño, cambió  por completo
-Un regalo… ¿Qué es Papá?
- Ya lo verás  Ahora ir a jugar. Solo os lo daré si os portais bien .

*******

Tras el pequeño incidente, Miguel  continúo narrando  el viaje
-       ¿Por dónde íbamos preguntó?...
-        En el Hotel  de Katmandú . Respondió  uno de los amigos.
Prosigo, dijo  Miguel  
Antes de  despedirnos  de nuevo le preguntamos
 <<- En tu experiencia, dinos por favor aproximadamente Cuándo  podremos  iniciar la escalada >>
<<- Es preciso esperar unos días, hasta que pasen las lluvias,    No vale la pena intentar  la subida antes,  porque sería muy peligroso .  Mientras tanto  os sugiero que hagais  turismo. Este país no se parece en nada a los   de Occidente.  Será  una  experiencia  muy interesante para vosotros
<<- Entonces  hasta la tarde., respondieron, aunque  algo contrariados  >>

  Isabel había   preparado   un encuentro, con  Kadú,  un nativo que conocía a la perfección los senderos del Everest.  Cuando  nos sentamos con él en el hall del Hotel, casi le acribillamos a preguntas sobre la escalada. Todos queríamos  hablar a la vez. El,  que era un hombre paciente  y tranquilo, fue dando respuesta uno a uno,  a cada uno de nuestros  interrogantes,  con la ayuda de Isabel, que era quien traducía

Cuando acabó este  primer interrogatorio, Isabel  nos descubrió  su sorpresa: Kadú,   nos invitaba  a cenar al su casa.  para que  pudiéramos  ambientarnos  mejor, y  conocer  “ bien en su salsa”, todo  lo relativo a la  cultura y tradiciones del país.  Fue una idea estupenda…

Nos dirigimos hacia  su casa A la entrada nos esperaba de pié,  Kadu. Dentro  estaban su señora  y tres de sus cinco  hijos.  Ella se había esmerado   en la preparación de la cena .
Nos  sentamos todos en el suelo  y empezaron  de nuevo las preguntas
             
<<- Kadú: ¿ Cual  es la comida   la típica de Nepal?, - preguntó Nacho
El le contestó:
<<- Preferimos las hechas  a base de arroz, lentejas  y carne estofada. Son  muy típicos los  " momos " que se hacen al vapor   con carne y verduras.  Precisamente esa es la comida que os ha preparado mi mujer>>
             Tras  una  ligera espera, pudieron comprobar que la comida era  realmente  suculenta
            <<- ¿Y la bebida?>>
<<- Depende. Muchas veces tomamos  cerveza de marca española>>
<<- ¿De verdad?.>>
<< -Cierto. Aunque os parezca imposible. Vosotros mismos lo comprobareis>>
            <<- Como  vamos a permanecer en la ciudad  varios dias, hemos pensado que nos agradaría  visitar un templo budista. ¿Es posible?  Añadió  Alvaro
            <<- Si ,sin problema, contestó Kadú.  Además los budistas, a diferencia de los hinduistas, son más permisivos en cuanto al régimen de visitas de los que no profesan su credo. Si queréis podemos programar la visita para  pasado mañana.
            <<- De acuerdo  dijeron todos “
 Se quedaron hasta  muy tarde  charlando y cambiando impresiones , mientras  bebían  abundante cerveza… de nombre español.

Al día siguiente, lo primero que  hicieron, fue comprar todo lo  necesario para la expedición: tornillos, clavos,  cuerdas, termos, teteras  etc.   Emplearon  los  consabidos  regateos , y la verdad es que les fue muy bien
Al día siguiente fueron a uno de los templos budistas, En  el   interior del monasterio,    los monjes, vestidos con su clásica  túnica de  color azafrán oscuro,   rezaban silenciosos, mientras que los turistas se mezclaban con los fieles. No obstante se  respiraba paz.  Miguel  en aquel momento dijo para sí.  Ante este espectáculo, Alvaro comentó en voz alta:
<<- Está claro  que la felicidad humana no depende de la posesión de los bienes de la naturaleza… Es  algo más  profundo, lo que la proporciona>>

Miguél  tambien  contaba  sus impresiones, con bastante apasionamento
- Cuando viajo  por el tercer mundo    a veces  me parece que los occidentales   somos unos intrusos,  en una tierra donde los   habitantes tienen menos pretensiones que nosotros y  parecen más felices. Sus rostros    son por lo general mucho  mas apacibles y serenos, que el de las personas   de los  países ricos  y  con mas medios materiales.  Incluso  me llego a preguntar  si nuestra presencia, con cámaras,  relojes, y aparatos de alta tecnología, les  transmitimos  una imagen irreal ,  con    sueños de felicidad inalcanzable...   
 A continuación contó   una curiosa anécdota.
- Estando  dentro del templo,   y  filmaba su interior  con una  cámara de vídeo, en cuya pantalla  se   veía de forma  inmediata  lo grabado. Se acercó uno  de    los monjes jóvenes, con cráneo rapado,  y le   miraba    con extrañeza,  Cuando  le mostró las  imágenes se sintió  muy interesado   con  el extraño artilugio. con regocijo  fue a comunicárselo a sus compañeros para que también lo vieran

El lunes siguiente,  ultimo dia del mes de agosto, amaneció con sol y   reservamos   una avioneta para  que nos llevara hasta  el campamento base,  Poco después  la lluvia que apareció de nuevo  y ocasionó  un nuevo retraso.  Kadú nos dijo:
<<- Hay un dicho  que hay que tener en muy  en cuenta   en Nepal   “las nubes tienen rocas por dentro”. Hay que tener mucho  cuidado con ellas. Son peligrosas

Pudieron  salir dos días después. Llegaron  a Luckla   a 2.800 m , que es un buen punto de partida para comenzar la aclimatación.  El grueso de el equipaje, llegó  unos días más tarde,  a una ciudad  a  3.600 m y por tanto más cerca de el objetivo deseado
En Luckla  después de tomar un té con leche,   se pusieron en marcha  en dirección   a la     entrada del parque nacional de Sargamaha,   donde habitan 3500 serphas
El sendero  era muy pintoresco,  A ambos  lados crecían magnolios y rododendros, pero estaba   casi intransitable a causa del barro.   Pequeños pueblos  salpicaban el camino. En ellos  vimos niños sucios y felices mientras sus madres cocinaban en casas abiertas.  Les dimos regalos: bolígrafos, globos, caramelos, y quedaron muy contentos  
Durante el camino  comprobamos como  los tradicionales puentes colgantes de madera y bambú han sido sustituidas por  construcciones del mismo estilo,   de acero, menos pintorescas, pero más seguras

  Miguel -seguía diciendo .
- Todo era verde y húmedo. La vegetación era espectacular. Yo   me paraba  a cada instante  para hacer fotografías   A medida que avanzábamos  veíamos   la silueta del Chomolungua, y  a la vez,  cómo el Everest,  la cima del mundo,  se  ocultaba  a medida que nos acercábamos  al campamento base.  Sin embargo,  entre las nubes pudimos vislumbrar a pocos cientos de metros, la majestuosa “Cascada de Hielo”

Cuando llegamos Los serphas habían avanzado algo en su  instalación, pero aún quedaba  mucho por hacer y nos pusimos manos a la obra y codo a codo con ellos.. El lugar donde asentaba el campamento  no era nada acogedor. Pasamos todo  el día montando las tiendas de campaña     Instalamos las placas solares, los equipos electrónicos y las radios que nos iban a  permitir comunicarnos a lo largo de la ascensión. También almacenamos los víveres  con los  que nos íbamos alimentar durante dos meses   Avanzada la noche. La primera cena del campamento base fue muy deseada.  
En los días siguientes terminamos de instalar el campamento base Teníamos  unas ganas enormes de comenzar la escalada pero   nuestro amigo Kadú  nos decía que teniamos que tener paciencia.   Era preciso  que descansáremos y  que  dejáramos  que  nuestro organismo  se  adaptara lentamente a la  altitud  en la que estábamos. Aceptamos a regañadientes.     
Mientras  tanto  cada uno  de nosotros pasaba el tiempo como mejor le parecía:  - ayudando en la cocina, leyendo, jugando las cartas  etc.
Uno de los días  Kadú    dijoç
<<- ^Pasado mañana domingo  habrá una ceremonia para bendecir la expedición y asegurar la buena suerte durante la ascensión. >>
<<-¿ En que consiste  la ceremonia  Pregunto  Nacho?>>
<<-En hacer ofrendas a la diosa de la montaña””- Contestó  Kadu>>
            <<- ¿Donde se hace?”” continúo preguntando Nacho>>
<<- En un altar de piedra erigido en honor de  la diosa de la montaña>>
<< -¿En que consiste la ofrenda?>>
-<<-Ponen todo tipo de cosas: arroz, bizcochos, manzanas, whisky,  a veces harina cebada. También se coloca el material de la escalada.>>
<<- ¿Quién la hace?>>
<<-- Uno de los monjes ,se sienta delante el altar y    comienza  a recitar sus oraciones en una especie de canto. Mientras  tanto, uno de los nativos quema ramas de enebros,  que al arder,  producen  un humo  azul  muy aromático. Los cocineros encargan de que el fuego ofrendado la diosa,  este encendido en los días >>
<<--¡Que curioso, afirmo Joaquin!>>
<<- Bien, Esto no es todo , siguió Kadú. A continuación  se despegan las banderas de oración , cada una de las cuales tiene su propia simbología: El azul representa al cielo. El blanco  la nieve y las nubes.   El rojo, el sol y el fuego. El verde,   los bosques y el agua  El amarillo la tierra.
Poco a poco  nos fuimos habituando al extraño escenario, que acabamos considerando un poco como nuestro hogar Por fin llegó el domingo tan deseado   Todos teníamos    el ánimo risueña  
Asistimos a la ceremonia, que se desarrolló  tal y como nos dijo Kadú. Después tomamos   una  abundante y apetitosa ingesta  y de postre,  los dulces ofrendados a  la  diosa  de la montaña,. Al final el  lama,  nos  ungió  la cabeza,  y  nos deseó mucho éxito en la expedición.

 Por fín llegó el día  tan deseado, después de tantos meses de preparativos para subir a montaña más alta del mundo. Nos  levantamos de madrugada y tras el desayuno empezamos la ascensión por la cascada de hielo.  En el trayecto  vimos   de cerca  como obstaculizaban nuestro camino, pináculos blancos del tamaño de edificios,  y grandes grietas cuyo fondo se perdía  en la oscuridad. Éramos conscientes  de que    en ese trayecto   habían tenido  lugar   muchos de los accidentes  mortales,  por caídas o   por avalanchas repentinas.  En aquel momento  lo único  que  podíamos  hacer,  era rezar,  confiar en la suerte, e  intentar  tener  mucha serenidad . El primer tramo lo atravesamos a gatas en una postura muy poco digna,   por consejo de los nativos. Luego nos fuimos soltando poco a poco y nos pusimos de pie  Continuamos  el ascenso   ayudados  de las cuerdas fijas.
Yo como de costumbre,  - decía   Miguel- ,  me  quedaba un poco  rezagado  para     hacer fotografías y disfrutar de la soledad  en aquél  ambiente tan  impresionante.  Una de las veces  al mirar para atrás,   descubrí  un perrito de color blanco que  nos había  acompañado en el  campamento base y que   nos agradecía mucho los restos de comida que le dábamos.  Era    difícil de  imaginar, cómo habría  podido llegar hasta ese lugar, patinando por la nieve y hielo. Pero allí estaba. Le dí    unos gritos enérgicos  para que  no siguiera con nosotros  Conseguí  convencerlo  de que se diera  la vuelta que no era   nada fácil  Cuando regresamos al campamento por la tarde , me alegré de encontrarle  sano y salvo  
Mientras ascendíamos ,  se produjo    un ruido  ensordecedor a pocos metros  detrás de nosotros, Prefiero no pensar en lo que podía haber pasado.,si hubieramos  estado allí , dos minutos  antes.  Bajamos   algo  asustados  lo mas rápido que pudimos Una vez. en el  campamento base , nos sentimos optimistas. Nuestra primera jornada de escalada nos  había enfrentado a riesgos y cansancio . La cena se desarrolló entre bromas Nos acostamos rendidos pero satisfechos.

Llegados a  este punto Una llamada de teléfono interrumpió la conversación. Era Jose el hermano de Miguel. No había podido ir a la reunión y queria enterarse  si Miguel estaba totalmente recuperado. Aprovechando esta coyuntura    Mª se levantó y dijo:.
- Voy al jardín  para ver que hacen los niños… Llevan mucho rato sin dar la lata.
Quiero ver lo que hacen.
Regresó tranquila. Estaban  jugando  con camiones,  y coches, que  trataban de meter  a través de las puertas de un castillo que  habían  fabricado.
Cuando   regresó  se reanudo  la conversación, y Paola  preguntó
- Miguel ,  explícame Hay algo que no  puedo  entiender.
 ¿Cómo es posible  que os produzca  tanta satisfacción el esfuerzo y el sacrificio y todos preparativos que  teneis que realizar para   ver una alta montaña nevada?
                             -   Paola. Es lógica  tu pregunta.  El alpinismo es incomprensible para la mayoría de los mortales. ¿Para qué tanto de esfuerzo improductivo?. Sólo los que practicamos  montañismo podemos  entender la alegría  que produce en  el cuerpo  y en el  alma , lo que una alpinista francesa definió como "La conquista de lo inútil ".   
              Paola  insistió de nuevo
- Otra cosa… ¿Por qué ascendeis  y después descendeis en ese mismo dia ?¿No esmejor ascender de una sola vez aunque fuera muy despacio,  montando campamentos cada vez más altos,  pero sin retroceder?  ¿No ahorraríais  con esta estrategia ,  esfuerzos innecesarios?.
 - Miguel  respondió:  No  podemos hacer   Es necesario   dejar que el cuerpo se aclimate  progresivamente a la altitud.  Si  se sube de forma  progresiva,  aunque sea  lenta,  a 6.000 km. de altura,  puede uno  morir en pocas horas. Sin embargo si  se  asciende, subiendo y bajando,  como lo hacemos nosotros, durante un mes  para  conseguir la aclimatación,  puede haber molestias físicas, pero la  vida no corre peligro.   podemos  sentirnos en la  montaña, tan cómodos  como en nuestra propia casa

-                                  El día siguiente,-  continuó Miguel  mietras  empezó a poner los videos, -lo pasamos secando y ordenando el material y nos dedicamos a la   gastronómía.  Mezclamos en un bidón 23 litros de agua azucarada,  con una melaza  traída desde Londres y que tras tres ó cuatro días de fermentación, se convertiría en una aceptable cerveza. Por la noche planificamos la actuación de los próximos días.
Dos días mas tarde    subimos al campamento 1  a dormir, para  al día siguiente intentar abrirnos  camino  a través del Valle del Silencio  y llegar  al campamento 2,  a más de 6.400 m de altura

  Cerca de las 9 de la noche. Hubo  otra interrupción  Estaba   oscuro. En el jardín apenas se veía  nada. Los niños seguian jugando. Mª les dijo  que entraran a la casa y  les dio a elegir videos de dibujos animados para que se entretuvieran

         - Los demás aprovechan  para  tomar  un trago de cerveza y   picar en el aperitivo que había preparado Maria . La  tertulia estaba siendo tan interesante, que las bandejas  estaban casi intactas
            Miguel continúa
            - Uno de los amigos que había estado en el pueblo recuperándose de una sinusitis,  nos dijo  que  había   llegada un  helicópteros repleto de modelos suecas. No le creímos,  pero a media mañana vimos llegar un curioso grupo,  formado por dos chicas rubias  más muertas que vivas, por el efecto del mal de altura,  una maquilladora ,  con varios fotógrafos y varios porteadores. Venían a hacer un reportaje para una revista de moda  italiana,.  Fue  curioso ver de cerca  un estrafalario pase de modelos,  con una ropa similar  a las que debieron utilizar nuestros antepasados,  durante la última glaciación

En los días sucesivos  las  esperanzas de hacer cumbre  iban decreciendo   Las lluvias continuaban  El desánimo cundía  entre todos. Procuramos rebajarnos la frustración  a través de homenajes gastronómicos   Uno de los del grupo cayó  a un pequeño lago glacial que está junto al campamento. Salió  empapado en agua helada hasta el pecho. Menos mal que  se  lotomó con buen humor.
 Por fin, y en contra de lo previsto el Monzón se retiró  y pudimos estrenar nuestros flamantes  GPS , que nos aseguraban el regreso sin necesidad de los tradicionales banderines   Esta es una de las novedades  de la tecnología actual  que permite  evitar  muchos accidentes en las montañas Es un  muy buen sustituto  de las tradicionales  migas de pan de Pulgarcito
Algo cansados, pero en buena forma, pudimos llegar al campamento 3,  a 7200 m, y desde  él,  y ascender hasta los 7.400 m  Dimos la buena noticia al campo base. Era un lugar inhóspito y apenas había nieve.  Entre rocas  y con piedras de diferentes   tamaños  pudimos   sujetar precariamente las tiendas de campaña. Volvimos no obstante al campamento 2  Nuestro nerviosismo y  tensión eran crecientes.
Teníamos que elegir el momento oportuno   Salir muy pronto  nos  obligaba a abrir brecha  y montar cuerda fijada en el tramo más alto de la montaña. Si saliamos demasiado tarde podríamos  perder los días de buena climatología  y el Monzón  se nos podía hechar encima. El


 De pronto me dí cuenta  que no me sentía las extremidades .Llegue como pude a la tienda de  campaña  y poco a poco me pareció que entraban en calor, y me sentí mejor .  Procuré dormir,  aunque el ruido del viento   agitaba con violencia  las tiendas  Es además habitual que la tensión   impida conciliar el sueño.  
Al día siguiente   no le dije nada a mis compañeros.  Nos  preguntamos si estábamos en el lugar adecuado y era el momento adecuado., y empezamos el ascenso. Cada hora me conectaba con los compañeros de abajo sin poderles dar una respuesta definitiva sobre nuestros planes acerca el éxito. Mi intento de subir a los 8.300 m  persistía
 No obstante , tras 2 horas de camino  no me quedó más remedio que reconocer que no me encontraba en condiciones de contiuar.. Tenía  la mano izquierda sin sensibilidad y cada inhalación me causaba  un gran dolor en la garganta.  Tras otra hora de esfuerzos  y fatigoso descenso en   que cada paso  era un  gran acto de  fuera voluntad  regresé al campamento.   Quizá mañana esté mejor.  Me metí  en  el saco de plumas y   dormí profundamente  os durante 3 horas.  
Poco a poco caí en una situación de hipoxia,  con síntomas de y hipotermia y pérdida de conciencia que desembocó en un edema cerebral del que  por fortuna  me recuperé pronto.   En  aquel mismo  momento y a escasos metros, una alpinista austriaco se cayó  por una de las vertientes tibetanas,  mientras intentaba asegurar  la cuerda fija.
Probablemente lo que me salvó fue la emisora de radio. Mis compañeros  escuchaban  angustiados  mis frases llenas de incoherencia. Hablaba de discusiones, de     botellas de oxígeno que no se gastaban , de montañas que no eran el Everest.   
 Mi último recuerdo antes de dormirme fue  intentar quitarme la máscara de oxígeno que me resultaba muy molesto y fría.  Pocas horas  después, desperté encontrándome  mucho mejor. Hablé por radio con mis compañeros se quedaron mucho más tranquilos al verme restablecido.  Subieron por mi
A la mañana siguiente bajamos  hasta el campo 2 y después al campamento base. Tras una larga noche con problemas respiratorios decidimos  que lo mejorar era  avisar  al helicóptero. Después una ambulancia me llevó al hospital donde me atendieron muy bien
Ese  mismo  día hicieron cima dos de mis compañeros  Habíamos culminado la conquista de la montaña más alta del mundo  Me puse muy contento . Era casi como si yo mismo  la hubiera hecho  Hay mucho compañerismo. Unos nos  ayudamos  a los  otros de forma incondicional… aunque cada uno tenga  el deseo de ser el primero en hacer cima

En 24 horas mi ritmo cardiaco se normalizó y en pocos días me encontré completamente recuperado como si nada hubiera sucedido dispuesto a celebrar la cena de despedida con los expedicionarios nativos y sintiéndome afortunado tras lo ocurrido

            Después de los ultimos meses , una parte de nosotros se quedaba en Nepal.  Sabíamos que seguramente nunca más volveríamos a reunirnos todos juntos . Nuestras mentes miraban ya hacia España
En  el aeropueto  de Madrid fuimos recibidos por una gran multitud de familiares, amigos y admiradores venidos en varios autobuses de diversas ciudades. Sentimos desconcierto ante tanto entusiasmo y tantas  felicitación.

 Ahora la vida sigue y los caminos de los  que hicimos  la expedición   se  han separando No obstante  nuestros recuerdos Tantos recuerdos  vividas con  tanta intensidad  persistirán en nuestras mentes, en las fotografias que hicimos  y en los videos.  Así Entonces rememoraremos aquellos esfuerzos compartidos , que  vivimos en cada nueva ascensión  agradecidos a  Dios  y a las montañas por todo lo que nos dan


Cuando rememoro estos momentos en la distancia me doy cuenta  de que tuve mucha suerte. Es algo que procuro recordar,  cuando con cierta frustración pienso a veces, en la mala fortuna  que  tuve, cuando no me fue posible alcanzar la   cima.  La suerte que me faltó para lograrlo, es quizás la misma que me permite ahora poder contároslo a vosotros

Por la  tarde del día  siguiente, cuando los niños regresan del colegio, dan  felices  un paseo por la huerta.  Cogen   un buen  puñado de zarzamoras .  Miguel  mañana volverá  a su trabajo habitual

Ahora  Miguel programa  otra subida al Everest. 



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