4º RELATO Ana Mª Alvarez Investigación
Era muy aficionada a la fotografía Había hecho multitud de viajes. Su cámara fotográfica había sido su compañera inseparable en todos ellos . De la mayoría guardaba recuerdos entrañables. Hacía poco que se había jubilado y deseaba revivirlos de nuevo para disfrutarlos con el sabor de la distancia en el tiempo.
Cuando quiso hacerlo se encontró con que las fotografías estaban muy desorganizadas. Por eso, una tarde del otoño en que no tenía nada que hacer, se sentó tranquilamente para empezar a ordenarlas por fechas y por países. Las pondría en álbumes de diferentes colores, con etiquetas en lomos para identificarlos mejor . Así lo hizo,
El primer día le resulto un poco laborioso, pero decidió continuar. Las siguientes jornadas le sería más fácil la labor, si la hacía con continuidad. Los ratos de la tarde que dedicaba a esta tarea eran los más gratificantes para ella. La servían de distracción. Además cuando regresaban del colegio los nietos acudían a verla, y se las enseñaba Seleccionaba las que les iban a gustar más. Después las pasaba lentamente una a una Les contaba historias sorprendentes: Unas reales y otras inventadas que les mantenían encandilados. Los pequeños le hacían preguntas Se lo pasaba muy bien. Era un rato estupendo.
Un día se quedó pensativa ante una fotografía que no estaba bien hecha, porque no era muy nítida. los detalles La cartulina estaba un poco amarillenta. Le trajo recuerdos especiales. Era de su primer viaje a Paris. Estaba ella de pie, con Rocí y otros amigos, en la parte izquierda del Arco del Triunfo y Estaba hecha de lejos y era llamativo ver lo pequeño que se veía el grupo, al lado de un arco tan majestuoso
Hacía tiempo que no sabía nada de Rocío ¿Que sería de ella? Se preguntó, y de forma casi inconsciente, empezó a comparar la historia de las dos .
Rocío, siempre quiso ser cirujano. Deseaba comenzar las prácticas cuanto antes, Por eso, se enroló en el grupo de médicos sin fronteras. Cuando se hicieron esa fotografía, hacía un curso de preparación organizado por esa institución. Así podría ir el mes de agosto a Marruecos para actuar de ayudante de un cirujano general en el quirófano. Estaba entusiasmada con la idea de ayudar a personas de países con escasos recursos económicos donde escaseaban los cirujanos. Ante su mirada se abría un inmenso horizonte. El mundo le parecía que pequeño para ella. España le resultaba casi insignificante.
Sin embargo la ilusión de Raquel, la protagonista: había sido siempre estudiar para hacer oposiciones a cátedra al terminar los estudios de medicina . Deseaba también introducirse de lleno en el campo de la investigación. Le atraía de forma especial la endocrinología, y dentro de esta especialidad el campo de “La exploración de la función hipofisaria en relación con el crecimiento”
Mientras dejaba volar la imaginación observaba un espectáculo singular . Llovía con fuerza en la calle. Y a la vez lucía un sol espléndido que penetraba a través del ventanal de la terraza. El ambiente era cálido a pesar de la lluvia. En los pies sentía un calor agradable, regalado por el sol que atravesaba el cristal. Era curioso ver llover. Estaba sentada en la mecedora de la salita de estar . Disfrutaba al ver cómo caían las gotas de agua cómo chocaban contra el suelo de la terraza, haciendo múltiples y pequeños círculos que rápidamente desaparecían. Caían a la vez gruesos goterones que procedían del tejado. Eran distintos , pero igualmente fugaces. Al verlos, le venía a la cabeza lo rápido que pasaba el tiempo, y la rapidez con que desaparecían , casi sin dejar rastro, las cosas y las situaciones, Daban paso unas a otras, y estas a las siguientes, de forma rutinaria, casi con toda naturalidad
¡Que dura había sido la vida de Rocío!… ¡cuanto había sufrido!. Recordaba como un año después de ésta fotografía en París, empezó con su enfermedad Uno de los días en que comían las dos en su casa, al llevarse la cuchara a la boca , se le derramó parte del gazpacho que estaba tomando. Se manchó una falda blanca que casi acaba de estrenar. La mano derecha le temblaba. Se disgusto mucho por la falda , pero sobretodo por el temblor de la mano . ¿Por qué tendré este temblor? Se preguntó en alto, Ella misma se contestó “ Es porque estoy un poco nerviosa con los exámenes”, Las cucharadas siguientes transcurrieron con normalidad . No quiso darle importancia. Fue algo similar a lo que hacen las avestruces. Prefería esconder la cabeza bajo las alas, para no pensar en lo que se le podía venir encima
En los días siguientes los síntomas de la enfermedad se estacionaron, pero poco después empezaron a ir en aumento Raquel la insistía en que consultara con el catedrático de medicina interna, que era especialista en neurología . Por fin accedió Raquel la acompañó . El médico le hizo un examen neurológico exhaustivo, le prescribió varias pruebas y exámenes complementarios, y le dijo que volviera cuando tuviera los resultados . Los días de espera le parecieron interminables Cuando tuvo toda la documentación llamó por teléfono al doctor . La citó al día siguiente por la mañana. La hizo sentar cómodamente en el despacho y habló con ella despacio . Con suavidad y firmeza, le confirmó el diagnóstico que ya se sospechaba . Tenía una enfermedad neurológica importante de difícil tratamiento . Rocío rompió a llorar.¡ Era muy fuerte!
Quedó bloqueada, como zombi, apenas podía decir palabra alguna. Sollozaba. Fue la primera vez que pasó por su mente la idea de que ya no podría ser cirujano. Tendría que renunciar a todos sus objetivos. Sus expectativas e ilusiones de repente, se estaban empezando a derrumbar..
Como era una mujer fuerte, luchó increíblemente contra su enfermedad. Tomó al pie de la letra el tratamiento prescrito por el profesor , pero no obtuvo ningún resultado Fue a los hospitales mas avanzados en neurología de distintos países extranjeros. Consultó con especialistas prestigiosos. Todo en vano. El temblor de la mano derecha persistía Aunque con un profundo dolor, tenía que renunciar a ser cirujano. Consultó con un psicólogo que le ayudó bastante a afrontar mejor la enfermedad y a dirigir sus deseos y aspiraciones por otros derroteros. Meses después, pensó en especializarse en epidemiología en Inglaterra La asignatura no le disgustaba y era compatible con el temblor de su mano . Se metío a fondo en el tema y obtuvo un brillante expediente Al terminar, le ofrecieron un contrato en el Hospital de Manchester , en que estudió . Ella aceptó . Desde entonces sólo venía a España en las vacaciones de verano. Estuvo así 4 años. Estaba contenta con el trabajo, pero echaba de menos su familia y su gente. También tenía añoranza del clima soleado de España. Los días en Inglaterra eran grises lluviosos, apenas se veía el sol y transcurrían con una cierta monotonía
Uno de los veranos que vino a España, comentó esta situación con dos compañeras de su curso de medicina, La sugirieron que hablara con el gerente del hospital de Granda. Había una plaza vacante de Jefe de Sección de epidemiología . Así lo hizo. Presentó el currículum vitae , y poco después defendió su plaza en un concurso público de la Universidad.
Calculó cuantos años habían pasado… Eran muchos …. Desde entonces no la veía.
Raquel seguía recordando… que fue precisamente Rocío quien la animó a ir a Francia
- ¿Por qué no te vienes a París? La dijo
- A mi no me interesa la cirugía. Le contestó
-. No importa. Hay becas de intercambio entre países europeos, para fomentar la investigación . Puedes elegir el País y el tema que prefieras.. . Un estudiante de medicina de París puede venir a Sevilla y tu podrías ir a París.
- Bien, Está ya muy avanzado el curso, y creo que no lo voy a conseguir
Rocío insistió
- Anímate ¡ vale la pena! . El no ya lo tienes ¡ Sería estupendo que pudiéramos coincidir! ¡ Lo podríamos pasar muy bien!
- Al menos puedo intentarlo .¿Dónde me puedo enterar?
- En la secretaría de la facultad
- De acuerdo. Iré
Tuvo la suerte de que le concedieran la beca. Además de ser en París, podría continuar con el trabajo de investigación que había empezado a desarrollar.
Continúo con los recuerdos …
Lo siguiente fué conseguir el permiso de sus padres. ¿Cómo se lo diría para que se lo dieran sin enfados ni problemas? Siempre había viajado con ellos. Temía mucho una respuesta negativa. Sin embargo mantenía la esperanza de que la dejaran hacer el viaje
Una noche, en la sobremesa después de la cena, comentó a sus padres:
- Me hace mucha ilusión ir a París
- De ninguna manera contestó su madre.
Era hija única. Había sido muy deseada. Siete años antes de ella nacer , se le había muerto un hermanito que aún no había cumplido un mes, por una meningitis fulminante, Su muerte había sido un gran dolor para sus padres, y en especial para su madre, Tenían una herida difícil de cicatrizar , que superaban llenando de cariño a Raquel
Raquel ya suponía que iría por delante , el no inicial de su madre. Pero eso no la desanimó. A diferencia de su padre, la madre veía peligro y dificultades en todo : El tren podía descarrilar, tener un accidente. Llegó incluso a pensar en la posibilidad de que si iba París, nunca volvería a ver a su hija
La conversación continuó:
-¿Mamá por qué te opones?. No entiendo tu postura. Sé que quieres lo mejor para mi. Pero con tu exceso de cariño, y tu sobreprotección, lo único que vas a conseguir es, que sea una desgraciada para toda la vida El viaje va a ser estupendo. Tengo ya reservada una plaza en una residencia de estudiantes muy buena de París con todo pagado. Además Rocío ya está allí desde hace un mes
Entonces intercedió su padre. El era todo terreno y la dejaba libertad, para hacer lo que deseara porque la consideraba muy responsable,
- ¿Para cuándo es el viaje?
- Para últimos de junio le contestó
. Ya es mayor de edad añadió él . Ha cumplido dieciocho años. Si lo desea puede irse.
- Para mí nunca será mayor, adujo la madre
- Pero lo cierto es que lo soy, respondió Raquel
Tras unos días de forcejeo y de cierta tensión, la madre accedió sin demasiadas dificultades.
Raquel seguía recordando…
El viaje por fin, había llegado a a ser una realidad. Lo hizo sola, pero eso no sólo no le supuso ningún problema, sino que fue un reto muy agradable Una autentica aventura.
Varios días antes de salir empezó a pensar en tolo lo que tenía que meter en la maleta. Hizo una relación de lo que consideraba imprescindible. Rocío la había dicho que el clima en Paris era a veces desconcertante., y que en pleno verano podía llover, y hacer frío Incluyó alguna ropa de entretiempo, por si la temperatura bajaba y también un paraguas pequeño de mano. Dobló bien los trajes para que no se arrugaran. Era una obsesión suya, planchar lo menos posible
Aunque con dificultad, pudo hacer sitio para 2 pequeños libros básicos, y para los últimos artículos encontrados en la bibliografía que necesitaba para proseguir en Paris el trabajo de investigación que hacía poco, había empezado a hacer con el catedrático de Pediatría de Sevilla, sobre “El enanismo hipofisario” Eran los estudios previos para hacer su tesis doctoral cuando acabara la carrera. Estaba muy ilusionada .
Comprobó que aunque un poco forzada, pudo meter todo lo previsto en una sola maleta. Eso había sido una suerte. Cuantos menos bultos para viajar, mejor. Quedó satisfecha. Pensó sin falsa humildad, que tenía arte para hacer las maletas.
Antes de acostarse puso dos despertadores por si uno le fallaba. Apenas pudo dormir por la inquietud del viaje y porque la noche era muy calurosa.
Llegó el día señalado: 26 de junio. Salió muy temprano de casa. Todavía no había amanecido, Como había luna llena, apenas se percibía la oscuridad de la noche.
La acompañaron sus padres a la estación. Llegaron con mucho tiempo. Facturaron la maleta Así iría más ligera de equipaje, y podría hacer los trasbordos con mayor facilidad Se despidieron con lágrimas en los ojos y Raquel subió al tren. Cuando el mozo dio la señal de partida con la banderilla roja y su típico silbato, la máquina le respondió con otro silbido y sus ruedas se comenzaron a deslizar lentamente con el típico traqueteo del “ cha-ca-cha ".
A través de la nube grisácea del vapor que procedía de la locomotora, pudo ver a sus padres, que con un pañuelo blanco en la mano, la decían adiós desde el andén . La resultaba fácil imaginar sus sentimientos. Les costaba mucho separarse de ella y les suponía un gran sacrificio, A pesar de todo, la dejaban marchar con gusto porque sabían que era por su bien. Su padre veía claro la conveniencia de viajar al extranjero.. Era partidario de que Raquel desarrollara al máximo, su potencial intelectual y humano . Desde siempre la había incentivado a fomentar su creatividad. a poner todos los medios posibles para conseguir todo lo que se proponía . En aquellos momentos pensaba para sí, que su hija disfrutaría mucho en este viaje; conocería otra cultura ; y perfeccionara el francés que había estudiado en el bachillerato, Estaba seguro que le sacaría un buen rendimiento humano e intelectual a ese viaje.
Una vez en el tren, Raquel comprobó que el asiento no era cómodo. Estaba algo almohadillado, pero no lo suficiente. Su color era azul oscuro. Bajó la ventanilla para ver el paisaje. Al mirar en dirección a la cabecera del tren, unas motas de carbonilla le entraron en los ojos procedentes de la máquina de vapor. Se sintió molesta y ya no se asomó mas en todo el trayecto. En su vagón iban otros cinco pasajeros mas: Dos chicos jóvenes y un matrimonio con un hijo pequeño. Eran simpáticos, y el viaje fue distraído
H izo trasbordo en Madrid, Tomó un taxi que la llevó desde la estación de Atocha a la estación del Norte Allí cogió un rápido que la llevaba a Hendaya, - Primer pueblo de Francia- En Irán , - Ultima ciudad de España-, la esperaba un hermano de su madre: su tío Paco, que era Jefe de Maquinista de aquella zona desde hacía muchos años. Era muy alto y tenía muy buen aspecto. La gente lo confundía con Paco Rabal Cuando la vió la dio un abrazo muy fuerte, porque la quería mucho. La llevó unos pasteles muy ricos que sabía que le gustaban, para que se le hiciera mas dulce el resto del viaje. La acompañó hasta pasar la frontera Una vez en Hendaya, acomodó a Raquel en el tren que la llevaría directamente a París
Los compañeros de vagón de los últimos trenes fueron variopintos y diferentes . Se lo pasó bien con ellos, en especial con unos que eran franceses . Le ocurrieron varias anécdotas muy simpáticas
Por fin llegó a París. Desde hacía tiempo soñaba con visitar esta ciudad. Estaba contenta, aunque un poco cansada
Allí la esperaba David, estudiante del último curso de medicina. Era de mediana estatura, fuerte y de complexión atlética. Su piel era más bien morena. Tenía ojos pequeños, negros y brillantes No era guapo, pero resultaba agradable y tenía buena presencia . Vestía un pantalón de color beig claro con una camisa de cuadros a juego. En la cabeza llevaba una boina con visera de color azul marino. Esa era precisamente la señal convenida para que ella pudiera reconocer . Su encargo era, recibirla en la estación recibirla y acompañarla a la residencia donde se iba a alojar.
David, no sabía absolutamente nada de español. Raquel se defendía en francés, Se saludaron y después de la presentación rutinaria , fueron a recoger la maleta. Entonces comenzó el primer problema
La maleta no aparecía. No estaba allí. La buscaron por todas partes ¿Qué hacer?. Fueron de un sitio a otro, tal como le indicaron los mozos de tren. Al no encontrarla fueron al mostrador de reclamaciones. El empleado hizo varias llamadas telefónicas pero no sirvieron de nada, La maleta no aparecía por ninguna parte. Ya, sin ninguna esperanza de que fuera encontrada ese día, le dieron un impreso para rellenar. Era necesario poner los datos personales e indicar las características de la maleta: tamaño, color, forma…
Raquel tenía un gran disgusto . Se quedó aturdida y desolada. Todo lo veía negro. Le parecía imposible que se le hubiera podido perder la maleta. ¡ Con la cantidad de cosas que llevaba en ella!. Sabía que se perdían en los aviones, pero jamás se le había pasado por la mente, que se pudieran perder al viajar en tren. Tenía que ir a la residencia sin ella. Todo, absolutamente todo, lo que iba a necesitar en Paris: la ropa, el calzado, los papeles y libros relacionados con el trabajo de investigación que iba a desarrollar, lo tenía en la única maleta que había facturado.
Se daba cuenta de que David intentaba ayudarle, a pesar de que no comprendía del todo, el sofocón tan grande que ella tenía La tranquilizaba con palabras amables y alentadoras, pero no era capaz de captar lo que ella estaba sintiendo. No se daba cuenta de lo que la maleta significaba para ella. “Los hombres parece que están hechos de otra pasta “ se dijo para sí ¿Cómo es posible que le parezca algo insignificante, lo que para ella era una auténtica tragedia ?
Tras este primera experiencia, Raquel le preguntó detalles sobre la residencia en que se iba a alojar
- ¿Está cerca de aquí la residencia donde voy a estar?
- Sí ,está muy cerca. Próxima a los dos bulevares más famosos del París
- ¿Cómo se llama?
- La Maison au Maroc
¡No! . Dijo ella asustada.
-. Pero como no. ¿Por qué, no?
- Yo quiero ir a una residencia francesa. No a una residencia marroquí
-. Es una residencia buena y confortable Te lo aseguro .
- De ninguna manera voy a ir alí. Por favor llévame a hablar con el Director responsable del intercambio. Yo he venido aquí para estar con estudiantes franceses, No con estudiantes marroquíes
Raquel nunca fue se xenófoba , pero recordaba la conversación que tuvo , el día antes del viaje con uno de los médicos adjuntos que enseñaban en la Cátedra de Pediatría. El le había comentado…
-Si ves a un marroquí venir por la acera de la derecha, tú debes pasarte de inmediato a la de la derecha
- ¿Por qué? le preguntó
-. Porque son peligrosos.
No le pudo dar más explicaciones, porque vino el catedrático a decirle que se hiciera cargo de un enfermo que estaba grave. Sólo le recalcó: ¡Tu ten cuidado! , y se tuvo que ir . Las palabras del amigo se le habían quedado grabados en la cabeza.
-Bien,, dijo David . No lo entiendo. No estoy de acuerdo con tu amigo, pero te acompañaré si lo deseas a ver al director
Tras andar casi 2 kilómetros por las calles de París, llegaron al despacho del director.
- Buenas tardes. le dijo Raquel al llegar, después de saludarlo. Soy estudiante de medicina. Vengo de la Facultad de Medicina de Sevilla. Vengo para un intercambio con un estudiante de Paris . Me ha dicho David que la residencia que tengo asignada es La Maison au Maroc Le suplico que por favor me busque otro sitio . Yo no quiero ir a esa residencia . Se trata de un intercambio entre Francia y España, No entre España y Marruecos
El director sacó del cajón de la mesa de despacho unos folios, con un listado que miró detenidamente En ellos había una relación de nombres Era la relación de estudiantes de intercambio y la lista de las respectivas residencias
- Veré lo que puedo hacer. Contestó. Llamaré a las otras residencias por si hay alguna plaza libre . De todas forma,s pienso que va a ser difícil, porque ya han llegado todos los estudiantes. Creo que es usted es la última
Se tomó mucho interés . Hizo varias llamadas delante de nosotros. Su rostro no reflejaba buenas noticias . Cuando colgó el teléfono miró fijamente a Raquel y le dijo
- Lo siento mucho señorita. Me hubiera agradado acceder a su deseo , Es imposible No queda ninguna plaza libre en las residencias de estudiantes. Pero no se preocupe. Le aseguro que su estancia en Paris le será muy grata.
Mientras tanto llamó a Roció que no pudo ir a recibirla por tener que estar en una clase importante . Rocío la tranquilizó mucho. Le dijo que Paris era una ciudad segura, en que las personas eran muy respetuosas. No tenía que estar intranquila por tener que ir a la Messon de Marroc
Dieron las gracias al Director y se fueron
¡Que contrariedad! ¡ ¡Que mala llegada a París he tenido!. - Pensó Raquel- Primero la pérdida de la maleta… Después, la Maison au Maroc ¡Menos mal que al menos, tenía a David. Antes de acompañarla, a la residencia, este la invitó a tomar unos bocadillos. Su amabilidad, poco común en los franceses, casi le hizo olvidar las contrariedad es que había tenido
Una vez en la residencia, Por la noche apenas pudo dormir Pensaba en la maleta. ¡Con la cantidad de cosas que tenía en ella!.... Si no aparecía, tenía que comprar al menos lo más necesario, En Paris estaba todo muy caro… El cambio era muy desfavorable para los españoles y apenas llevaba dinero Además llevaba todo lo relacionado con el trabajo de investigación. Sin eso no podía trabajar. Tras unas cuantas horas, dejando volar la imaginación, pudo conciliar el sueño
Al día siguiente por la mañana, volvió David para llevarla de nuevo a la estación El empleado del despacho de reclamaciones les dió buenas noticias. La maleta todavía no había llegado, pero estaba localizada En 24 -48 horas podrían volver a recogerla. Eso fue un gran alivio para ella. Lo de menos era estar 2 días con la misma ropa Lo importante era recuperar la maleta y los documentos.
Pasó ese día entero con David. La invitó a desayunar en la terraza de un bar, póximo a Tropcadero Además tuvo el detalle de llevarle un plano grande de Paris, con la red de autobuses y de metro. Lo abrió Sobre él , le explicó detenidamente las paradas y estaciones que más iba a frecuentar y le señalizó los lugares que más la podían interesar:: cafeterías, tiendas, monumentos y sitios típicos - Le fue muy útil, en los útil en los días siguientes para desenvolverse por la ciudad. También le dio unas ideas generales sobre : tikets de metros que debería de comprar y otras cosas de primera necesidad A medio día se unió a ellos Rocío Juntos los tres, fueron hasta el gigantesco comedor universitario que ocupaba las ocho plantas de un mismo edificio. La comida ese día dejo bastante de desear. (…)
Cuando dos días más tarde recuperó la maleta, sus ilusiones iniciales se reanudaron de nuevo. Entonces comenzó realmente a vivir su andadura en Paris.
Al día siguiente por la mañana acudió al hospital Necker, llamado también de " Les Enfants Malades.
En información p preguntó por el Prof. Julian Marie que éra el Catedrático de Pediatría. Había solicitado una entrevista con él el día anterior . Llevaba una carta de recomendación del Profesor de Pediatría de Sevilla. Ambos se habían conocido en un Congreso en Berlin, y desde entonces, mantenían una cierta amistad. El profesor Julían Marie fue muy amable y afectuoso. La explicó con detalle todo lo que debería hacer, La dijo que que si necesitaba algo, que no dejara de acudir a él. Antes de despedirla, llamo por el interfono a la secretaria y le dijo que localizaran al Dr. Michel. Cuando éste llegó , le presentó a Raquel y salieron del despacho
La agradable primera impresión de la llegada al Hospital, se volatilizó de inmediato, en la primera conversación que tuvo con Michel. Este trabajaba de Adjunto en la Sección de Investigación y era uno de los médicos del equipo. Su actitud inicial le pareció bastante desagradable
- ¿Como te llamas? La preguntó
-Raquel le contestó
-¿De dónde vienes?
-De Sevilla
- ¿De Sevilla?, continúo en tono algo guasón
- Si de Sevilla, asintió ella otra vez. En España.
-¿Pero en España hay facultad de medicina?
La dejó confundida y casi sin saber reaccionar . Nunca llegó a saber, si fue por tomarla el pelo. ( Ella era entonces una chica joven y atractiva… ó por desprecio a España. Quizá por las dos cosas. No se preocupó en averiguarlo. Y sin darle importancia, le contestó:
- Ya veo que tienes una cultura muy amplia… y se echó a reir
El la invitó a tomar un café. Aunque ella por dentro se había sentido muy molesta, prefirió ignorarlo y comportarse como si no hubiera pasado nada. Una vez sentados en la cafetería del hospital continuaron un rato charlando
- ¿Por qué has venido a este hospital?
- Porque estoy interesada en investigar sobre el enanismo hipofisario y Quiero hacer la tesis sobre este tema , cuando acabe la carrera . Me han dicho que aquí tenéis mucha experiencia
-. Si efectivamente. Tratamos a los enanos hipofisarios con hormona humana del crecimiento
- ¿Humana o sintética ?
- Humana. Sobre la sintética estamos investigando. Somos líderes. Estamos en la primera línea
-. Si eso me dijo mi profesor Suárez
-. ¿De dónde proceden las hipófisis? ¿Cómo las conseguís=?
- De las necropsias de los cadáveres. Se purifican. Se liofilizan y se inyectan por vía intramuscular a los niños cada 4 días
- ¿Tenéis buenos resultados?
- Todavía estamos al comienzo pero hay un grupo de niños que han crecido entre 6-8 centímetros . Aunque los resultados son todavía son preliminares, nos parece que son muy significativos
- ¿Cuál es la edad óptima para que el tratamiento resulte efectivo?
-. En cada niño es diferente, Depende de su proceso de osificación Lo mejor para valorarlo es la radiografía de la muñeca . Si los huesos de la muñeca están osificados, la hormona no sirve para nada . Eso suele ocurrir entre los 10 y los 12 años. La indicación de tratamiento se hace mediante esta prueba y los análisis de endocrinología correspondientes. Una vez que confirma el déficit hormonal conviene comenzar el tratamiento cuanto antes
Se adaptó muy bien a la rutina diaria del hospital " Les Enfants Malades ". Entrába a las un 8 y media, y salía a las 3. de la tarde. A primera hora tenían la reunión con el profesor Julían Marie , para comentar los enfermos que habían ingresado durante la tarde y la noche del día anterior, y valorar cada caso clínico También se comentaba la evolución de los que estaban ingresados con anterioridad. A continuación pasaban visita a la sala con el profesor, 3 médicos adjuntos, entre ellos Michel; cuatro estudiantes y la enfermera , que iba de vestida de uniforme con cofia. Los médicos llevaban todos la bata blanca abrochada por detrás. Los niños cuando veían a Raquel se la quedaban mirando, No sabían quién era. Les extrañaba ver a una mujer entre los doctores. Les cayó muy bien. Ella antes de marcharse, volvía a verlos de nuevo para interesarse por ellos y charlaban. Llegaron a quererla mucho. Se lo pasaban bien con ella y se reían con las cosas que les contaba
. A las once se iba a laboratorio con Michel, que era quien le dirigía el trabajo de investigación. Hacían pruebas , comentaban los resultados , los contrastaban con la bibliografía y trataban de sacar conclusiones
Fue una experiencia extraordinaria. . Cuando acabó la carrera, pudo hacer con facilidad la tesis doctoral sobre ese tema y sacó la calificación de sobresaliente cum laude.
Si las mañanas eran gratificantes, las tardes fueron todavía mejores . Salía a pasear y a conocer Paris con Rocío y sus amigos de Médicos sin fronteras. A veces se reunían con otros estudiantes Llegaron a conocer todos los monumentos y vericuetos típicos de Paris, la mayoría de españoles e italianos
Cenaba temprano porque tenía que adaptarse al horario internacional. Después de cenar, se reunía con sus compañeros de residencia (…). Todos eran estudiantes de medicina. Procedían de diferentes países europeas: Finladia, Alemania, Austria, Noruega, Inglaterra etc. También estaban entre ellos 7 chicos y 1 chica de España Casi todas las noches se iban al muelle con bandurrias y guitarras y cantaban a grito “pelao”, canciones de todo tipo. Las más apreciadas eran las de la tuna . También se bailaba lo típico de cada país, incluida alguna que otra sevillana , . Las personas que paseaban por el muelle hacían corro y aplaudían. Eso animaba todavía más a los estudiantes
El espectáculo que se veía desde el muelle era maravilloso. En frente se divisaba un hermoso paisaje nocturno con la isla de la Cité iluminada. Por el río Sena pasaban navegando los barcos adornados con numerosas bombillas de colores encendidas, que le daban a la noche un encanto peculiar
París no la decepcionó. La resultó una ciudad llena de magia y de encanto. Todo en ella era bonito. La torre Eiffel, los jardines de Trocadero, el Arco del triunfo, la plaza de la Concordia, la subida a Monmatre, sembrada de pintores que hacen fotografías al aire libre. La colina del Sagrado Corazón, con el mirador desde donde se divisa todo París. El panteón. Los bulevares de S. Michel y S. Germain. La isla de la cite.. La hermosa Catedral gótica. Etc. (…)
Continúo viendo las fotografías.
Había vuelto a París varías veces mas. pero como aquel primer viaje, ninguno. Fue maravilloso, y algo muy especial para ella. Aquellas vacaciones fueron inolvidables, Unas de las mejores de su vida.
El tiempo había pasado como un relámpago. En el tratamiento del enanismo hipofisario, ya no se empleaban las hipófisis humanas liofilizadas. Desde hacía tiempo se utilizaban las sintéticas con el mismo efecto
En Paris maduró mucho, y aprendió a ver las dificultades de otra manera Se lo se lo pasó mal, los dos primeros días, con el sofocón de la maleta y la perspectiva de la estancia en la Maison au Maroc. (…) Sin embargo la situación cambió después por completo y hubo un giro de 180ª Llegó a ser muy feliz
Se dio cuenta de que la mayoría de las veces las dificultades que surgen, tienen sólo una importancia relativa. Hay que saber verlas con objetividad y distanciamiento, y sobre todo, aprender a tener paciencia . Los disgustos y los sofocones no sirven para nada. Al final todo se arregla y todo pasa. Esa fue una buena lección. Desde entonces era capaz de ver todo con una mayor objetividad . Esa era sin duda una muy buena forma para ser feliz
Colocó la fotografía en el álbum. Dio un beso a sus nietos que continuaban revoloteando por la sala de estar Buscó un folio y un bolígrafo y empezó a escribir a Rocío
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