Ana Mª Alvarez
Estaba de guardia. La mañana había transcurrido con normalidad. No había muchos niños en la planta. Me encontraba de pié, hablando con una madre, cuando la enfermera vino a darme un recado.
- La llaman por teléfono me dijo.
Atendí la llamada Era la secretaria de Dirección.
- D José, (Así se llamaba el Director) , quiere que baje a su despacho ahora.
- Ahora precisamente. ¿ Es urgente ¿
- Si lo es.
Me despedí de la señora con la mantenía la conversación, y pensé ¿Qué bicho le habra picado? ¿Qué es lo que querrá ¿. ¡Que raro que me llame al despacho, a última hora de la mañana.
Al llegar al final del pasillo, me detuve en la última puerta de la izquierda. Di unos golpes suaves con los nudillos de los dedos y la entreabrí.
- ¿Se puede? Pregunte.
- Si pase por favor
Cuando entré, D José reflejaba algo de preocupación. Estaba sentado delante de la mesa de su despacho, sobre la cual había bastantes papeles y documentos amontonados, que él había retirado hacia los lados.
Sentados en frente, estaba un matrimonio La madre tenía en brazos a una niña. Se llamaba Patricia
- Pase me dijo. Deseo presentarle a los señores de Navarro
Se hicieron las presentaciones y a continuación añadió
- Tengo mucho interés en que trata usted personalmente a está en niña
- De acuerdo No tengo ningún inconveniente. ¿De qué se trata? ¿Que el lo que tiene?
- La han intervenido en neurocirugía de un tumor que comprimía la espina dorsal,
- ¿Dónde la han operado? ¿Cuándo?
- Hace diez días que la operó el doctor García, en el hospital de traumatología
- ¿Se sabe ya que tipo de tumor es?
- Se trata de un tumor del blandas. Posiblemente un sarcoma indiferenciado. Quiero que ingrese en la planta de preescolares y que sea usted quien se encargue directamente de su tratamiento.
- De acuerdo.
Me dirigí a los padres y les dije:
- Es necesario revisar el diagnóstico. No es un tumor frecuente en los niños y el tratamiento es bastante agresivo. Creo que es mejor que vuelvan mañana sobre esta misma hora, y podemos hablar con seguridad más detenidamente
Por aquel entonces yo era jefe de la sección de preescolares y me encontraba muy bien Me había especializado en pediátrica, y un año antes había presentado la tesis doctoral sobre endocrinología. Era lo que yo mas dominaba. Hasta entonces eran muy pocos los tumores que había tratado, - El cáncer en el niño tiene una frecuencia de 1/200, respecto al de el adulto- .Es una enfermedad poco frecuente, en relacion con el resto de patologías que ingresan en preescolares.
Cuando llegaba un niño con un tumor maligno, lo primero que hacía era consultaba la bibliografía más reciente. El protocolo que adoptaba era el del hospital que en Europa o América, tuviera mejores resultados publicados hasta entonces, siempre que la muestra de pacientes fuera significativamente relevante .
Eso hice en el caso de Patricia. Me quedé hasta muy tarde por la noche revisando los libros y buscando información sobre los sarcomas indiferenciados, Era un diagnóstico poco común en los niños. No encontré en nada que me convenciera.
Cuando al día siguiente llegaron los señores de Navarro, les dije la verdad. Si se confirmaba el diagnóstico, yo no había tratado nunca ese tipo de tumor. En España había poca experiencia Consideraba conveniente consultar con algún especialista en oncología pediátrica del extranjero, Me preguntaron
- ¿Que sitio nos aconseja? ¿Algún doctor determinado?
-En París hay doctora que tienen varias publicaciones sobre sarcomas indiferenciados en la infancia. He oído hablar muy bien de ella. También hay experiencias en Estados Unidos
- ¿Cómo se llama la doctora Francesa?
- Es la doctora Simón
- ¿Ud la conoce?.
- Personalmente no. Sólo a través de sus publicaciones
- ¿A usted quién le parece mejor?
- No tengo preferencias. Pienso que la doctora Simón le puede orientarles muy bien. París está muy cerca, y resulta más fácil menos incómodo el viaje.
. Si ella nos indica el tipo de tratamiento. ¿Se lo podría poner usted aquí?
- Si la doctora le parece oportuno. Por mi, no hay ningún inconveniente.
En los días que siguieron se confirmó el diagnóstico Anátomo patológico de sarcoma indiferenciado. Los padres decidieron irse a París
La doctora Simon trabajaba en el Hospital Gustave Roussy que se encontraba Villejuif, en la parte sur de Era un hospital muy famoso en cáncer de adulto, pero en las épocas iniciales no se contempló la idea de tratar a los niños.
En Francia no había nadie que se ocupara del cáncer infantil Hacía unos hace diez años la doctora Simón fué quien al terminar la especialidad de pediatría, empezó a interesarse por los niños diagnosticados de cáncer. Comenzó a ir por todos los hospitales infantiles de París, preguntando en los distintos servicios si había niños ingresados con tumores malignos. Era una patología muy poco gratificante para los médicos, porque la mayoría de estos niños fallecían. Cuando ella empezó a preocuparse de estos niños, los pediatras vieron el cielo abierto. Al principio iba de hospital en hospital, para ver el seguimiento y la evolución de estos pequeños. Hablaba con los médicos que los llevaban, e intercambiaba. opiniones con ellos. Los médicos se dieron cuenta de la valía de esta mujer, y poco a poco iban dejando en sus manos la terapia de los niños
Pasó un poco de tiempo y a final de los años sesenta, la doctora hizo varias gestiones y le propuso al gerente del hospital Gustave Roussy, hacer un pabellón adyacente, donde tratar a los niños con cáncer. De esta forma estarían agrupados , y podrían beneficiarse de la uniformidad del tratamiento, y de las ventajas de un personal especializado. La dispersión y la falta de unanimidad en el empleo de distintos protocolos dentro de un mismo tipo de tumor, empeorara siempre el pronóstico.
Ella fue una pionera de la oncología pediátrica en París y en toda Europa. El comienzo del departamento de Oncología Pedíatrica en el hospital de Villejuif. fue el inició de esta especialidad.
Facilite a los padres una historia detallada de la enfermedad de la niña, de su evolución, Les di los estudios radiológicos y todos los demás exámenes complementarios que se habían hecho a la niña. Llevaron también, para que lo revisaran allá – segunda opinión- , una muestra de el tumor congelado y unos cristalitos, que los médicos llamamos “porta” , con las extensiones anatomopatológicas de los estudios que se habían hecho,
Una vez en Villejuif. fueron atendidos por la Dra. Simón quien después de explorar a niña, y de ver de todas las pruebas que yo le había enviado , lo primero que hizo fue hacer que revisaran la muestra que los padres llevaron del tumor, en el servicio de histología de su hospital
Se confirmó el diagnóstico. Se trataba de un sarcoma indiferenciado. Era un tumor excepcional en los niños. Patricia sin embargo lo tenía.. Había que ponerle el tratamiento agresivo del que les había hablado la doctora de Sevilla, Las dosis tenían que ser adaptadas a los niños. La dra. preguntó a los padres
- ¿Piensan que en Sevilla pueden ponerle éste el tratamiento ?
- Si La doctora del Hospital Infantil nos ha dicho que no tiene ningún inconveniente.
-. ¿ Podría ponerme en contacto con ella?. Les pregunto
- Por supuesto dijo la madre. Si quiere podemos telefonearle , e incluso proponerle que venga a París a hablar con Ud.
-. Me parece muy buena idea. Así puedo hablar personalmente con ella
-. De acuerdo. La pondremos una conferencia para saber cuándo puede venir
Éste fue mi segundo viaje a París. El padre de Patricia, fue a recogerme al aeropuerto. La madre se había quedado con la niña. Me llevó al hotel donde ellos se alojaban. Dejé allí las maletas. Tomamos un taxi y nos fuimos al hospital Teníamos cita con la doctora a las cuatro de la tarde,
Cuando llegamos LA Dra. Simón estaba pasando consulta en la policlínica. Le dijimos a la enfermera que le hiciera saber que estábamos allí. Así lo hizo. Poco después me mandó decir que pasara yo, aunque todavía no podía ver a Patricia. Había algo que pensaba me iba a interesar mucho. Entré en la consulta. Me presentó a una chica jóven y bien parecida.
- Se llama. Elena, me dijo. Ha venido a traerme la tarjeta de invitación para su boda
- ¡Que detalle tan bonito! Exclamé yo !
- Desde luego. A mí me ha dado una enorme alegría, siguió la doctora
-¿ Es quizá alguna niña que Ud. haya tratado?
-. Si precisamente por eso, le he dicho a la enfermera que entrara Ud
- ¿. Que tipo de tumor tenía?
-. Imagínese! Un tumor renal con metástasis pulmonares
-. Me parece increíble.¡Con metástasis?
- Si con numerosas metástasis en el pulmón
- ¿Es posible?
- Tan posible que como puede ver, esta aquí y se va a casar dentro de unos días
Felicite a la doctora que rebosaba felicidad y le di un abrazo grande a la joven y a su novio
Que maravilla pensé. Le di las gracias a la doctora por hacerme pasar a la consulta en aquel momento tan significativo para ella
Desde aquella entrevista empezó a cambiar mi opinión sobre la oncología pediátrica. Hasta entonces, era una especialidad que no me atraía en absoluto. Jamás se había pasando en por la mente, ni por un momento, dedicarme a ella. Pensaba que todos los niños se morían. En París, sin embargo había podido comprobar con mis propios ojos como una joven que había tenido cáncer de pequeña, y además en un estadio muy avanzado. (con metástasis pulmonares se había curado, hacía una vida completamente normal, y se iba a casar a los pocos días Fue un primer paso de una importante decisión, que iba a marcar el futuro de mi vida
A continuación hablamos de Patricia. Se trataba de un caso excepcional y me comentó lo que ella pensaba al respecto, y todo lo relativo al tratamiento. Si yo personalmente me hacía cargo de la niña, se podría poner la medicación en Sevilla sin ningún problema.
Después hizo pasar a Patricia y a sus padres. Le dijo a la niña que se pusiera contenta porque ya no tenía que estar más tiempo en París y que en adelante, iba a ser yo en Sevilla quien la iba a poner buena. Le dijo a los padres, que las dos seguiríamos en contacto, y que estamos de acuerdo en que medicación que la íbamos a administrar. También les explicó en qué consistiría, Les apostilló, que no se asustaran si tenía vómitos, o pocas ganas de comer. Era algo que a veces ocurría, pero les insistió en que también había remedio para eso. Les dio la esperaza de que en pocos días se sentiría mucho mejor.
Así fue. La niña en una semana, experimentó una mejoría notable. pudo reanudar sus clases e ir al colegio. Empezó a comer bien Estaba feliz con sus hermanos, Su pasión era jugar con ellos, montar en bicicleta, y nadar en la playa durante el verano
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