(Y con éste ya están todos los relatos)
Sin noticias de
Starbucks
Estimada profesora Ls*jac:
Antes que nada, me gustaría
agradecerle una vez más la fe que depositó en mí cuando le
recomendó al departamento de estudios bioculturales extraplanetarios
que me otorgaran la beca. Gracias a ésta, mi investigación sobre
las manifestaciones religiosas del terráqueo humano progresa a la
perfección. Desde que fui transportado a la Tierra, he logrado
recopilar una gran cantidad de información que estoy seguro cambiará
la forma en la que percibimos a los seres humanos.
Sin embargo, si le escribo este mensaje
hoy, es porque necesito de su sabio consejo una vez más.
A lo largo de mis investigaciones he
descubierto algo que ha hecho que me replanteada el objetivo de esta
misión.
Todo comenzó haces unas semanas (ruego
disculpe que utilice esta medida terrícola del tiempo. Me temo que
todavía estoy teniendo problemas para recordar cuál es el ratio de
conversión entre los días terrestres y los de nuestro propio
planeta), cuando salí del punto 37.385670, -5.993133 en busca de
víveres.
Si ha leído mis impresiones
preliminares, sabrá que en los últimos siglos los templos
religiosos terrestres han adquirido un valor turístico que a menudo
sobrepasa su valor religioso. Debido a esto, el templo que estoy
estudiando se encuentra rodeado de establecimientos donde los
turistas pueden comprar alimentos de muy diverso tipo. Seleccioné
uno y entré en él.
El establecimiento en el que había
entrado es denominado por los locales "Starbucks". Ya antes
de entrar me había sorprendido la gran cantidad de locales de venta
de alimentos de este tipo que hay en la zona: En las calles que
rodean al punto 37.385670, -5.993133, hay no menos de tres Starbucks.
He de confesar que me sentía bastante
intrigado por este hecho. Usted conoce bien cómo es realizar trabajo
de campo en un planeta desconocido. Independientemente de cuál sea
el tema que se esté intentando investigar, siempre surgen preguntas
externas a la causa central del viaje. Es la búsqueda de
conocimiento que mueve a todo buen científico y lo incita a buscar
respuestas a preguntas que jamás habría pensado en formular antes
del viaje.
Mentiría si dijese que esta curiosidad
científica no fue una de las razones por las que aquel día escogí
almorzar en un Starbucks. En el interior de mi propia mente, ya había
formulado dos tímidas hipótesis que buscaban explicar por qué los
establecimientos de este tipo eran tan frecuentes. Mis hipótesis
eran que, o bien los alimentos a la venta en estos locales eran de
una calidad excepcional, o bien eran extremadamente baratos.
¡Cuál fue mi sorpresa al encontrar
que no era así! No sólo los precios del Starbucks al que entré
eran más altos de los ya de por sí inflados de las calles
circundantes al punto 37.385670, -5.993133, sino que además no fui
capaz de apreciar ningún tipo de diferencias entre la calidad de los
productos que ofrecían y la de otros establecimientos de la zona, ni
siquiera a un nivel molecular.
Intrigado por mi descubrimiento, empecé
a buscar la razón de la popularidad de los Starbucks. Una a una, fui
desechando todo tipo de hipótesis, desde aquellas que se referían a
la comodidad relativa de los asientos de estos locales con respecto a
los de otros establecimientos (irrelevante, ya que la mayoría de los
clientes de Starbucks piden sus alimentos para llevar y los consumen
en la calle) a aquellas que buscaban la causa de su popularidad de
Starbucks (las mesas se encuentran a menudo llenas de los restos
orgánicos y plásticos de las comidas de los clientes anteriores).
Todo esto contribuyó a que, lo que
había sido un interés pasajero, se transformara en una obsesión.
Pronto estaba dedicando cada momento libre que tenía a investigar
Starbucks. Fue así como descubrí algo muy interesante; estos
establecimientos tienen como emblema un dibujo estilizado de una
sirena de dos colas. Son criaturas legendarias terrestres. Según la
leyenda, estas criaturas se asemejan a seres humanos cuyas piernas
hubieran sido reemplazadas por la parte posterior de un pez u otro
animal marino terrestre. En versiones modernas del mito, se las suele
representar con una cola, pero en la antigüedad era común
describirlas con dos colas análogas a las dos piernas que poseen los
seres humanos.
En un primero momento, esto me pareció
irrelevante. Pero más tarde, al examinar versiones más antiguas de
este emblema, descubrí que la sirena parece estar cogiendo su colas
en sus manos y manteniéndolas separadas para mostrar al espectador
lo que se encontraba entre ellas. Este acto se llena de significado
si se tiene en cuenta que los seres humanos tienen sus genitales
entre las piernas y no en sus cajas torácicas, como nosotros.
Por esta razón, llegué a la
conclusión de que esta sirena era un ejemplo clásico de un símbolo
de fertilidad, similar a la también terrestre Venus de Willendorf o
el más conocido amuleto vúlvico de Betelgeuse 7. Esta hipótesis
inicial cobró fuerza más tarde, cuando averigüé que estos
establecimientos son un destino frecuente en las "citas".
Las "citas" son un preludio humano al acto reproductivo, en
el que los participantes del mismo (una pareja) intercambian
feromonas con el pretexto de averiguar el grado de compatibilidad de
la pareja.
Puede que lo que le he dicho hasta
ahora le haga pensar que Starbucks no es más un simple lupanar sin
más interés etnográfico que cualquier otro establecimiento humano.
En un primer momento, yo pensé lo mismo. No fue hasta que analicé
la conducta de los clientes de Starbucks que descubrí que para
ellos, el sexo es un substitutivo de algo que valoran aún más: el
"café".
El café es una brebaje de efectos
estimulantes que típicamente se sirve caliente. La preparación de
este brebaje está altamente ritualizada. Los clientes deben esperar
al otro lado de una mesa o altar mientras los camareros o "baristas"
realizan el ritual. En su forma más simple, el protocolo consiste en
calentar agua en un aparato especial hasta que alcanza el punto de
ebullición. Posteriormente, se le añade un polvo negro.
Mis investigaciones han revelado que
dicho polvo negro es un derivado de una de las numerosas variedades
de la “coffea”. Las semillas de esta planta pasan por un complejo
tratamiento en el que son tostadas y molidas. No se me ocurre mejor
forma de hacerle entender la relevancia social que tiene la
consumición de este brebaje en esta cultura, que decirle que a
menudo estas semillas deban ser importadas de países lejanos, con
grandes costos económicos y ecológicos para el planeta.
El líquido resultante de este ritual
es servido por los "baristas" en un contenedor monouso,
aunque es habitual que los clientes más fieles compren recipientes
reutilizables fabricados con materiales más resistentes. A cambio,
reciben un pequeño descuento cuando compran su café equivalente al
precio del contenedor mono-uso.
Este ritual, que puede parecer simple,
puede complicarse hasta extremos sorprendentes. Un complejo sistema
de relaciones simbólicas que pueden resultar opacas al no iniciado,
rigen el ritual de preparación del brebaje. Los clientes de
Starbucks les añaden todo tipo de sustancias, desde edulcorantes a
jarabes fabricados a base de extractos naturales.
Incluso el más superficial de los
análisis de estos establecimientos revelará que los fieles dan una
gran importancia a los condimentos que añaden a este brebaje. Son
para ellos una seña de identidad. Tal es la importancia que dan los
fieles de Starbucks al café, que durante mi investigación a menudo
los oír pronunciar la siguiente oración: "Hasta que no me tomo
mi café por las mañanas, no soy humano."
Es posible que le sorprenda que durante
esta explicación haya utilizado términos como "altar",
"ritual", "fieles" o "oración". La
elección de estas palabras ha sido premeditada. Tras haber realizado
una larga investigación sobre Starbucks, me siento con confianza de
decir que Starbucks no es un simple establecimiento de venta de
comida. Es una protorreligión que, basándome en la velocidad con la
que se ha extendido por el planeta, considero que podría llegar a
convertirse en la principal religión terrestre.
Comprenderá ahora por qué he querido
enviarle este mensaje. Existen muy pocas investigaciones sobre las
fases iniciales de una religión, lo cual probablemente no cambiará
hasta que el gobierno ceda a nuestras presiones y permita el uso de
transportadores temporales en las investigaciones bioculturales. Nos
encontramos, por tanto, ante una oportunidad inigualable de
investigar una religión en sus orígenes.
Por esa razón, llevo mucho tiempo
considerando la idea de escribir al comité del departamento para
sugerirles un cambio en el objetivo de la investigación que fui
enviado a realizar.
¿Qué considera que debería hacer?
Siempre la he tenido en muy alta estima, y sé que usted sabrá cómo
aconsejarme. Espero su respuesta.
Atentamente,
Grawk IV
Décimo novena revolución del ciclo
solar número 2012 (calendario gregoriano)
PD: Dada la importancia de esta misión
y las características particulares de esta religión, creo que sería
conveniente pedirle también al comité que autoricen un incremento
de los fondos destinados a mi investigación. En particular, será
necesario aumentar el presupuesto destinado al consumo de comida. De
momento, con la idea de optimizar mis gastos, he comprado uno de los
recipientes de reutilizables que le mencioné.
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